Se vivió un momento escalofriante al ver a Padilla con un colgajo de piel y pelo totalmente desprendido de la parte derecha de la cabeza mientras era conducido a toda prisa a recibir los primeros auxilios en la plaza.
La herida, pese a lo impactante, no resultó de gravedad, y solamente requirió varios puntos de sutura.
El percance sobrevino en el tercio de banderillas. Padilla perdió pie y el animal hizo por él, propinándole una severa paliza. Una vez zafado de los pitones, fue llevado a la enfermería visiblemente conmocionado.Padilla da "Gracias a Dios"
"Entré por mi propio pie a la enfermería", dijo Padilla. El matador jerezano, sin fiebre aunque con los dolores lógicos, se encuentra en Sevilla para seguir las recomendaciones y atenciones del doctor.
Su objetivo es torear el próximo viernes en Pamplona, donde es un ídolo. "Gracias de verdad y tranquilidad para todos. Me encuentro muy recuperado y pensando en la vuelta ante la cara del toro". A pesar de las más de cincuenta grapas que presenta en la cabeza, el deseo de Padilla es poder estar listo para torear el próximo viernes en San Fermín, donde se despedirá de una de las aficionados que más le ha idolatrado a lo largo de sus 24 años como matador de toros.
