Tammy Waddell, de 58 años, murió el pasado 9 de junio tras una larga batalla contra el cáncer de colon. La mujer le había comentado a su círculo íntimo que en su velatorio no quería flores, sino que aquellos que participaran de la ceremonia llevaran útiles escolares para chicos desfavorecidos. Y su deseo se hizo realidad. El día de su funeral, se vieron docenas de mochilas alineadas en los bancos de la iglesia.
"Tammy sirvió a los nenes y a la comunidad de Forsyth durante treinta años como maestra de primaria en las escuelas del condado. Tenía una pasión por la alfabetización y creía que cada chico merecía una oportunidad de aprender", se pudo leer en su obituario.
Sus amigos cumplieron con su último deseo al pie de la letra y hasta tuvieron que hacer una fila en la puerta de la iglesia con más de 100 mochilas que no entraban en la capilla.