Según informó el Diario de Ibiza, el bizarro episodio ocurrió el viernes pasado en un vuelo cuya ruta original conectaba Irlanda del Norte con Ibiza. Sin embargo, los pilotos se vieron obligados a hacer una parada de "emergencia" en Toulouse, Francia.
Esto debido a que uno de los pasajeros, que estaba borracho y jugaba con su muñeca inflable, se había puesto violento con los tripulantes de la cabina.
Ni bien tocaron suelo francés, la Policía obligó al hombre a abandonar el avión y, como consecuencia de sus actos, la aerolínea le prohibió viajar para siempre en sus vuelos.
Al respecto, el director general de Jet2, Phil Ward, manifestó: "Bajo ninguna circunstancia toleraremos este tipo de comportamiento vergonzoso a bordo de nuestros aviones".