"Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer 'un puerto seguro' a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional", destacó el Gobierno español en un comunicado.
El barco "Aquarius", propiedad de la organización SOS Méditerranée, seguía hoy esperando poder atracar en un puerto seguro después de que tanto Italia como Malta se negaran a acogerlo, según denunció la ONG.
El domingo, Italia exigió a Malta que se hiciera cargo de las 629 personas que viajan a bordo, entre ellas mujeres y más de 100 niños, pero el Gobierno del primer ministro Joseph Muscat se negó, alegando que no habían sido rescatados en sus aguas territoriales.
Malta afirmó que está actuando "conforme a sus obligaciones internacionales" y que no aceptará la entrada de los refugiados, procedentes del África subsahariana.
Ante esta situación, los alcaldes de las ciudades españolas de Barcelona y de Valencia se habían ofrecido a acoger en sus respectivas ciudades a los migrantes, informaron medios españoles.
