Existe un recurso de queja con el cual Lula ganaría tiempo hasta el martes, pero de todos modos el Tribunal de Porto Alegre liberó al juez Sérgio Moro para detener al ex presidente.
Moro lo hizo en tiempo récord: en 40 minutos firmó la orden de prisión y pidió a la policía federal no usar esposas al arrestarlo.
La defensa de Lula explicó que "la orden de captura llegó antes de que se terminen los trámites y recursos ante el tribunal", en virtud de que en el fallo del tribunal del 24 de enero último, los tres magistrados determinaron que la prisión solo podría ocurrir después de agotada toda la tramitación en segunda instancia.
Al emitir la orden de prisión, Moro afirma que estos recursos que tiene Lula son parte de una "patología" destinada a dilatar el proceso. Lula, dos veces presidente entre 2003 y 2010, tiene plazo hasta las 17 para presentarse ante la Policía Federal de Curitiba, ciudad en la que deberá cumplir su condena, pero el fundador del Partido de los Trabajadores no dio pistas aún sobre si se entregará.