Sin embargo, cuando llegó al aeropuerto de Baltimore, la empresa no le permitió llevar a su mascota en la cabina de pasajeros. La mujer de 21 años dijo que por sugerencia de un empleado de la aerolínea y por falta de otra opción echó a Pebbles a un inodoro y lo accionó.
Presa del pánico y ante la necesidad de regresar para resolver un problema médico, Aldecosea no pudo alquilar un auto y pasó horas de angustia.
"Ella estaba aterrada. Yo estaba aterrada. Fue horroroso tratar de echarla al inodoro", dijo Aldecosea. "Pasé 10 minutos llorando en el baño".
Un vocero de Spirit reconoció que la aerolínea cometió un error al decirle a Aldecosea que podía viajar con la mascota, pero negó que un empleado le recomendara echarla al inodoro.
"Para ser claros, en ningún momento un agente nuestro sugirió a esta pasajera (o a cualquier otro) que echara al inodoro o lastimara en forma alguna un animal", dijo el vocero Derek Dombrowski.
No obstante, Aldecosea dijo que analiza si demandará a Spirit por las instrucciones contradictorias que la llevaron a tomar la decisión.