El desfile conmemorativo de los 70 años de la fundación del Ejército de Corea del Norte fue presidido por el líder norcoreano, Kim Jong-un, e incluyó los últimos modelos de misiles intercontinentales del país comunista, entre otras armas de su arsenal nacional.
Esta vez, sin embargo, el acontecimiento se desarrolló en un tono más medido que en otros años. No hubo invitación a periodistas extranjeros, y las imágenes fueron presentadas por la cadena estatal KCTV en diferido.
Expertos destacaron que también el despliegue de armas de Corea del Norte fue más discreto que en otras oportunidades. Kim dirigió a las tropas un discurso en el que señaló que el acto permitió a Pyongyang "mostrar al mundo la fortaleza militar" del país.
El desfile militar coincidió con la presencia en Seúl del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, que se reunió con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.