Internacionales Se rompieron los termómetros

El pueblo más frío del mundo está en Rusia: la temperatura llegó a 62º bajo cero

Oymyakon está situado al este de Siberia (Rusia) y el pueblo con las temperaturas más frías del mundo, donde hasta lo más cotidiano se convierte en una epopeya. Durante cinco meses sólo hay unas seis horas de luz. Frío extremo.
En plena ola de frío polar que asola medio planeta, un lugar en concreto está más que acostumbrado a las gélidas temperaturas del invierno más crudo. ¿Se imaginan una zona del mundo donde la temperatura media en estas fechas sea inferior a los -60 grados? Pues no solo existe, sino que está habitado: su nombre, Oymyakon. Situado al este de Siberia (Rusia), se trata del pueblo con las temperaturas más frías del mundo, donde hasta lo más cotidiano se convierte en una epopeya.
Vivir a estas temperaturas extremas no es nada sencillo y, si no, que se lo digan a los cerca de 1.000 habitantes con los que cuenta Oymyakon. Se trata de una zona donde el invierno comienza en el mes de octubre, cuando las temperaturas empiezan a rondar los -20 grados. A partir de ahí, y durante cinco meses en los que solo hay unas seis horas de luz, el frío es extremo, hasta llegar a mayo, en que el calor empieza a hacerse notar. En julio, el frío da un respiro y se alcanzan los 30 grados positivos.Sin embargo, enero es cruel y las temperaturas suelen superar los -50 grados de manera habitual. No en vano, este mismo lunes los termómetros llegaron a registrar hasta 62 grados bajo cero, casi 10 menos que la temperatura más baja registrada nunca antes en una zona habitada de nuestro planeta y, cómo no, tomada en este mismo pueblo: -71,2 grados que se alcanzaron en el invierno de 1924. Un frío que obliga a cambiar hasta el más mínimo detalle para evitar problemas.

Como es evidente, las autoridades toman cartas en el asunto en estas fechas: limitan la circulación de vehículos para evitar hipotéticos accidentes o cierran los colegios durante el mes más frío. Pese a que existe una central térmica que funciona a base de carbón para abastecer a la población de Oymyakon, lo cierto es que es insuficiente para evitar que el frío penetre en los hogares. Tanto, que hasta hacer las necesidades en el baño es imposible.

El frío tan alto provocaría que las cañerías reventaran por el hielo, lo que da lugar a que no cuenten ni tan siquiera con agua corriente. Así, los baños se encuentran en una pequeña caseta de madera en el exterior, con un agujero en la densa nieve a modo de retrete. Cuando necesitan agua potable, acuden a los pueblos más interiores o a las termas con las que cuenta el poblado. Aunque, al menos, cuentan con una buena noticia: no necesitan nevera en casa.
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