La salida de compañías como CaixaBank, Gas Natural o Banco Sabadell impone presión adicional al gobierno regional de Carles Puigdemont para que abandone sus planes de independencia. La fuga aumenta la inquietud entre una sociedad catalana dividida por una apuesta independentista cuya escalada ha sumido a España en su peor crisis política de la era democrática.
En un plano conciliador y bajo el título "¿Hablamos?", un llamado anónimo difundido masivamente en redes sociales y carteles en lugares públicos proclama que "España es un país mejor que sus gobernantes".
"Han sembrado odio, nos enfrentan y dividen. Si no intervenimos como sociedad, España se convertir en un país difícil de habitar", advierte la petición. Invita a la ciudadanía a manifestarse el sábado frente a las alcaldías de cada ciudad con ropa y carteles blancos en señal de distensión, o colgando sábanas blancas en los balcones. Una marcha "patriótica" reunir el mismo día en el centro de Madrid a partidarios de la unidad.
El domingo, una inmensa marcha por la unidad de España fue convocada en Barcelona contra las aspiraciones independentistas, con la participación de personalidades como el premio Nobel Mario Vargas Llosa.