Así como lo hizo México días atrás, el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski tomó la decisión en una muestra de rechazo y condena a los ensayos nucleares de la dictadura de Kim Jong-un.
La decisión fue adoptada porque Corea del Norte viene "ignorando los constantes llamados de la Comunidad Internacional a cumplir sus obligaciones internacionales, a respetar el Derecho Internacional y a finalizar de manera irreversible y verificable su programa nuclear", indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú en un comunicado. La misma medida fue adoptada el pasado 7 de septiembre por el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
Con la expulsión del embajador Kim Hyong Gil, "México expresa al gobierno de Corea del Norte absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo", señaló un comunicado de la cancillería.
De esta forma, México y Perú dejaron de ser dos de los cinco países latinoamericanos con lazos diplomáticos con el régimen de Kim Jong-un. Aún resta que Brasil, Cuba, y Venezuela decidan romper el vínculo.