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Lula dijo se defendió de las acusaciones de corrupción y dijo ser inocente

Luiz Inácio Lula da Silva declaró durante cinco horas en el marco de la causa conocida como Lava Jato. Al salir de tribunales, anticipó que se prepara para ser nuevamente candidato a Presidente de Brasil.
El ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da SIlva clamó su inocencia ante las acusaciones de corrupción que se le imputan y, luego de declarar cinco horas ante el juez federal Sergio Moro en la sureña ciudad de Curitiba, anticipó que se prepara para ser nuevamente candidato a la presidencia de Brasil el próximo año.

En un acto ante una multitud en Curitiba tras salir del juzgado a cargo de Moro, Lula dijo que los fiscales que lo acusan "no presentaron una prueba" para adjudicarle la propiedad de un apartamento de playa que está a nombre de la empresa constructora OAS, involucrada en la causa que investiga ilícitos en torno a la petrolera estatal Petrobras.

"Estoy vivo y preparándome para ser candidato a la Presidencia de la República", dijo Lula, quien afirmó que prefiere que lo atropelle un autobús antes de mentirle a sus seguidores "por la solidaridad" expresada por las caravanas de todo el país que llegaron a Curitiba.

Las cinco horas de declaración, la primera que presta Lula como procesado por el caso Lava jato, fueron divulgadas por la justicia federal.

Durante la audiencia, Moro le aclaró a Lula que no tenía problemas personales con él y que el juicio sería resuelto en base a las pruebas.

En una jornada de alta tensión en la capital del estado de Paraná, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) tuvo su primera cara a cara como acusado ante el célebre juez Moro, al que le aseguró que desconocía la existencia de una red de desvíos en torno a la petrolera estatal Petrobras.

"Usted está juzgando mi gobierno y eso lo juzgó el pueblo en las urnas", fue una de las frases que marcaron las horas que duró la declaración de Lula por la acusación de haber recibido ilegalmente un apartamento de la empresa constructora OAS a cambio de contratos con Petrobras.

Miles de manifestantes llegaron desde todo el país a Curitiba para respaldar al ex obrero metalúrgico y presidente de Brasil en dos mandatos, entre ellos la ex presidenta Dilma Rousseff y los principales dirigentes del PT y fuerzas aliadas.

Unos 50 manifestantes, en una ciudad custodiada por 1.700 policías, expresaron su apoyo a Moro y la Operación Lava Jato.

Luego de declarar, Lula agradeció la solidaridad de la militancia movilizada por todo el país y dijo que fiscales que lo acusan "no presentaron una prueba" contra él.

Durante la audiencia, sin embargo, Lula y el juez mantuvieron embates políticos.

"Si hubiera sabido de la corrupción en Petrobras echaba a toda la dirección de la empresa. No tenía conocimiento, así como la propia empresa, así como usted, señor juez, así como los fiscales, así como la Policía Federal", le dijo Lula a Moro.

La sesión giró en torno a cuestiones técnicas sobre el apartamento y la construccíón del edificio, levantado originalmente por una cooperativa sindical y ubicado en el balneario de Guarujá, en la costa del estado de Sao Paulo.

Según Lula, Leo Pinheiro, accionista de OAS, hoy preso por fraudes en contratos de Petrobras, le ofreció la compra de un apartamento, pero el ex presidente dijo que no le convenció el lugar, que era un objetivo de inversión de su fallecida esposa Marisa Leticia.

Lula también reveló que habló con el ex tesorero del PT Joao Vaccari, detenido y condenado por corrupción, sobre el escándalo Lava Jato.

"Le pregunté a Vaccari sobre esto y el me dijo que no", dijo Lula, quien también dijo desconocer que los cuatro directores condenados por corrupción de Petrobras estaban cobrando coimas.

"Si hubiera sabido, habrían sido detenidos mucho antes". sostuvo Lula, quien denunció abusos de autoridad de la fiscalía y la Policía Federal, pero no citó la denuncia que hizo contra Moro en la ONU por persecución.

Lula también denunció que fiscales presionan a detenidos para que declaren en su contra. "La delación premiada -sostuvo- se convirtió en un sinónimo de libertad".

Negó haber hablado sobre aportes ilegales de OAS al Partido de los Trabajadores con Pinheiro, que la semana pasada había afirmado eso.

Moro, en un momento, le preguntó a Lula sobre una declaración que indicaba que si volvía al poder podría detener a los agentes públicos que cometieron abusos en las investigaciones.

"Como voy a saber si voy a detener a agentes públicos. Lo que dije fue una expresión. No sé si voy a estar vivo mañana. Cuando usted sea candidato verá que arriba del escenario tendrá muchas expresiones idiomáticas en los discursos", sostuvo Lula.

En ese marco, durante todo el día sobrevoló la idea de una posible detención de Lula, mientras que desde Brasilia, el presidente Michel Temer pidió en un discurso detener los "embates" en la sociedad, en referencia a la polarización que generó la declaración de Lula.

Ahora Moro debe decidir, se supone en menos de dos meses, sobre si condena o absuelve a Lula, luego de un proceso en el que declararon 73 testigos sobre el caso del apartamento en Guarujá.

La causa también involucra el pago que OAS hizo para archivar regalos que Lula recibió durante su presidencia.

Lula minimizó su influencia en el gobierno de Dilma Rousseff desde 2010, al afirmar que "ex presidente es como un jarrón chino, uno no sabe donde ponerlo".

El ex presidente llegó al juzgado arropado por militantes del PT y del Movimiento Sin Tierra y empuñando una bandera de Brasil.

A pocos metros, en los edificios del barrio de clase media alta que rodea al juzgado de Moro, algunos vecinos golpeaban cacerolas desde los balcones y mostraban banderas con la leyenda "Fuerza Moro".

En la plaza del centro de Curitiba, donde Lula habló, el grito era "Fuera Temer".
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