En la capacitación se “enseñó todo lo que tiene que ver con primeros auxilios y cómo actuar en situaciones de emergencia, qué hacer y que no, además de diferentes técnicas”, manifestó. En este sentido, Longstaff explicó cuales son las primeras maniobras que se desarrollan: “Protegernos nosotros mismos, no solo mantener la calma, sino estar en paz”, y agregó que “tenemos que usar guantes, barbijo, ver que no haya ningún peligro, alertar a los servicios de emergencias al 107 o al 911 y socorrer a la víctima”.
“La manera de socorrer va a depender de la situación; si hay una situación de paro cardíaco tenemos que hacer RCP, que son compresiones fuertes y rápidas en el pecho, con el objetivo de mantener la sangre circulando”, explicó. En esta línea, Longstaff indicó que “hay un viejo mito de que, con el RCP va a volver a la vida la persona. Esto no es así, la persona va a mantener sus signos vitales y va a seguir circulando sangre por su cuerpo”.
Por otro lado, “en el caso de una fractura, hay que tratar de inmovilizarla; cuando se trata de quemadura hay que enfriarla, no aplicar hielo, tampoco cremas, solo tirar agua”.
En cuanto a la dinámica del curso, Aranza Luquesi, Licenciada en Terapia Ocupacional, expresó: “El curso dura tres horas y tenemos una hora y media de la teoría, hacemos un recreo y después vamos a la parte de práctica”.
“Trabajamos en el reconocimiento de un accidente cerebro vascular, cómo actuar en situaciones así, cómo tratar de tranquilizar a la persona que está atravesando esta situación y qué podemos hacer nosotros para asistir a la persona. Son situaciones de urgencia y es importante que la persona esté capacitada para actuar y poder ayudar a más personas”, indicó Luquesi.