Unos 15 ex empleados siguieron de cerca el trabajo del martillero. Los trabajadores que se quedaron sin su fuente laboral, recordaron que la fábrica bajó las persianas en octubre y aseguraron que hasta el momento no han cobrado un solo peso en concepto de indemnización.
Lo que fue por más de 50 años un símbolo de Gualeguaychú y de la pujanza de la ciudad, reabrió ayer sus puertas en el sector por donde ingresaban los camiones cargados con 60.000 litros de leche pertenecientes a tambos del departamento, para un remate judicial a cargo del martillero Carlos Rubén Ronconi.
Esta vez no ingresaron camiones, sí gente de la ciudad, de Paraná, de distintas localidades de la provincia y de Corrientes para efectuar ofertas sobre los bienes que se remataban en el marco de la quiebra de la Cooperativa Tambera Gualeguaychú Limitada.
La bandera Roja en la entrada provocó escalofríos en los ex operarios de la cooperativa. Algunos con más de 40 años en la fábrica, no podían entender que los elementos con los que trabajaron durante décadas estaban diseminados en el patio para ser comercializados por el martillero Carlos Ronconi.
El trabajador Mauricio Llorens dijo que "causa mucha pena, dolor, encontrarte con ex compañeros que la están peleando como pueden, y elementos con los que trabajamos durante años exhibidos para un remate. Es muy duro ver que una fábrica que estaba para seguir trabajando, se la esté desmantelando para su venta".
Con sorpresa, indicaron que al robo de un equipo pasteurizador, dos desnatadoras e higienizadoras, y las prensas para la elaboración de quesos, se le debe sumar un tanque ablandador de agua, el cual se dieron cuenta ahora que falta, dado que antes no podían ingresar a la planta. Cabe destacar que el hecho delictivo sobre el cual no existirían pistas que conduzcan a su esclarecimiento, se habría perpetrado en la segunda quincena de enero.
Sobre la indemnización, Llorens señaló que "no hemos cobrado un solo peso, ni siquiera del producto del primer remate que se llevó a cabo en el mes de diciembre".
Asimismo, informaron que pudieron conversar con el juez Leonardo Portela, quien les indicó que "posiblemente en la última semana de marzo tengamos novedades y podamos cobrar algo". Agregó que sería un alivio para los 37 ex empleados, que desde que se quedaron sin trabajo perciben en concepto de fondo de desempleo, la magra suma de $4.200.
"Es una burla para quienes trabajamos toda una vida en Cotagú. Vivimos una situación límite que se acentuó a la hora de tener que vestir y equipar a los chicos en el inicio de las clases", declararon en medio de la subasta.
Por su parte, Néstor Chichizola, uno de los ex empleados con más trayectoria en la Cooperativa dijo que "están rematando parte de mi vida". Finalmente se mostró esperanzado en que se haga justicia con los elementos que se robaron, y en que quienes trabajamos en la fábrica, seamos indemnizados como corresponde".
Por su parte, Carlos Ronconi, martillero del remate judicial, indicó que el "balance de lo que se vendió es positivo, y que como en cada remate judicial, los valores tienden un poco a la baja", y aclaró que al precio se le debe "agregar el IVA y los gastos de transporte y demás que siempre encarecen la compra". Sobre los bienes subastados, indicó que se vendieron, entre otros elementos, dos tanques de acero inoxidable de 30.000 litros, además de "tres de 10.000 litros, compresoras, máquinas de hacer ricota y demás". Según lo averiguado, lo recaudado oscilaría en los 2 millones y medio de pesos.
Vale recordar que la quiebra de la empresa fue dictada en octubre del 2018 por el Juzgado Civil y Comercial N° 3 a cargo del juez Leonardo Portela, asumiendo como síndico el contador Horacio Larrivey, profesional que ayer presenció el remate. (El Día)
