Institucionales En el departamento Gualeguaychú

Monitorean la presencia del roedor transmisor de Hantavirus

Las acciones se centraron en el distrito Pehuajó al Norte del departamento Gualeguaychú. Según datos del Boletín Epidemiológico, en 2018 se recibieron 43 notificaciones en la provincia, de los cuales sólo seis recibieron confirmación.
Personal del Ministerio de Salud junto a investigadores del Conicet realizaron tareas de captura de ratones colilargos a fin de monitorear la población de este roedor, principal agente transmisor del Hantavirus. Las acciones se centraron en el distrito Pehuajó al Norte del departamento Gualeguaychú.

Un equipo de trabajo conformado por agentes del área de zoonosis del Ministerio de Salud e investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), desarrollaron acciones para capturar especímenes del roedor transmisor del Hantavirus en el departamento Gualeguaychú. Las acciones, que se llevaron a cabo en diferentes puntos rurales del distrito Pehuajó al Norte, están enmarcadas en la investigación epidemiológica de un caso detectado en la zona.
El responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Control Vectorial, dependiente de la cartera sanitaria, Jerónimo Garcilazo Amatti, explicó: "La actividad se hace en el marco de una investigación por el caso de un paciente fallecido por Hantavirus en el departamento Gualeguaychú, específicamente un individuo que trabajaba en una granja avícola del área rural de Pehuajó al Norte".

En este contexto, el trabajo en terreno tuvo un doble objetivo: por un lado poder identificar la fuente de contaminación del paciente y, por otro, reactivar la capacitación técnica de la Dirección de Epidemiología en cuanto a captura de roedores transmisores de Hantavirus. En tal sentido Garcilazo Amatti destacó que "hacía más de dos décadas que no realizábamos estas acciones para identificar los tipos de roedores presentes y determinar si están infectados o no con el virus".

Ya contando con la experiencia de esta investigación "comenzaremos a realizar el estudio de las poblaciones de esta especie en determinadas zonas de la provincia teniendo en cuenta que es una enfermedad considerada endémica en Entre Ríos", completó el profesional.

Mecánica de trabajo

La actividad consistió en la colocación de trampas específicas para esta especie, dispuestas en momentos precisos de la jornada (durante una semana se colocaron todos los días hacia la tarde-noche y fueron retiradas en las primeras horas de la mañana, reparando en los hábitos de la especie).

"Es un trabajo de alto riesgo, que requiere del uso de una protección adecuada, como trajes especiales, atmósfera controlada y filtros para impedir que el individuo se contagie del virus", señaló Garcilazo Amatti, quien agregó que por el convenio que mantiene la cartera sanitaria y el Conicet, se dispuso de la asistencia de investigadores de dicho organismo para las tareas.
En cuanto al área investigada, dado que el individuo trabajaba en una granja avícola las tareas se realizaron en el establecimiento y sus inmediaciones, así como en otros espacios frecuentados por el paciente (tales como las inmediaciones de los arroyos donde solía ir a pescar, así como en áreas silvestres y el domicilio de sus padres ubicado en zona rural con su área circundante), en los que se colocaron aproximadamente 300 trampas.

A los especímenes capturados se les extrajo una muestra de sangre que será enviada a analizar al Instituto Malbrán, donde se determinará si los roedores son portadores del virus del Hanta (estos resultados se conocerán en 45 días aproximadamente). Asimismo, los cuerpos de los animales fueron dispuestos en nitrógeno líquido y serán remitidos al Conicet para su análisis.

Acerca del hantavirus

Es una enfermedad viral aguda grave, caracterizada por una fase previa de corta duración (de cuatro a seis días en promedio) en la que se presentan fiebre, dolor muscular, fatiga general, dolor de cabeza, y en ocasiones, vómitos y diarrea. Evoluciona rápidamente a una fase cardiopulmonar, en la que se presentan complicaciones respiratorias y alteraciones hemodinámicas graves.

La persona infectada recibe un tratamiento inespecífico, también llamado tratamiento sintomático, donde lo que se hace es tratar los síntomas. "La evolución del paciente va a depender del grado de respuesta inmunológica que tenga, si está comprometido o no, y si tiene alguna enfermedad de base como diabetes, obesidad, VIH, que son casos que tendrán muchos más riesgos", explicó Garcilazo Amatti.

La causa más frecuente de transmisión es por inhalación. Ocurre cuando el individuo respira en lugares abiertos o cerrados (como galpones, huertas o pastizales) donde la materia fecal o la orina de los roedores infectados desprendieron el virus contaminando el ambiente.

Circulación del virus y medidas preventivas

Según datos del Boletín Epidemiológico que emite cada semana el área de Epidemiología del Ministerio de Salud de Entre Ríos, en 2018 se han recibido 43 notificaciones por Hantavirus, de los cuales 36 fueron descartados y sólo seis recibieron confirmación (en General Ramírez, Gualeguaychú, Paraná, Villa Libertador San Martín y dos en Gualeguay). El caso restante permanece en estudio.

Hay que destacar que todos los roedores portadores de Hantavirus son animales silvestres, habitan en áreas de vegetación arbustiva y rastrera, pudiendo invadir el entorno de las viviendas y locales deshabitados (como galpones o cabañas).

El principal transmisor es el ratón colilargo (del género Oligoryzomys), que recibe ese nombre debido a que la cola es dos veces el largo del cuerpo; el animal es de hábitos silvestres y generalmente huye en presencia del hombre: no va a la zona urbana para anidar o criarse. Los roedores infectados son portadores del Hantavirus, el cual está presente en la orina y en los excrementos.

Dado que no existe una vacuna para prevenir esta enfermedad, es importante mantener la vivienda y sus cercanías en condiciones de higiene, con el pasto corto, libre de residuos o elementos en desuso.

Además, considerando que el virus es muy débil y necesita de condiciones muy específicas para sobrevivir por un período de tiempo prolongado en el ambiente, se lo puede inactivar con medidas simples: antes de radicarse en una casa no habitada, taparse boca y nariz con barbijo o un trapo de doble tela, abrir y ventilar los espacios al menos una hora. Humedecer usando agua con lavandina antes de barrer (ya que el polvillo levantado podría estar contaminado con orina o heces), y limpiar utilizando un paño humedecido con la misma solución superficies, artefactos y muebles.

Finalmente, recordar usar guantes de goma gruesos y que los mismos deben ser lavados utilizando la solución clorada mientras se los tiene puestos.
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