El aparato mide de forma automática, y en cuestión de segundos, la graduación de cada ojo en forma muy aproximada a la que realmente necesita un paciente. Con ese resultado, el oftalmólogo afina la graduación en forma manual para así obtener el grado que el paciente siente a gusto.
Se trata de un estudio computarizado que determina de manera objetiva el vicio refractivo del ojo. Es decir, si hay miopía, astigmatismo o hipermetropía. También "mide la curva de la córnea que se toma como referencia para el cálculo de la lente intraocular cuando se va a operar de cataratas a una persona", precisaron los profesionales.
De esta manera, la salud pública de la ciudad se pone a la vanguardia tecnológica con un equipo computarizado de última generación, garantizando el acceso a los mismos servicios y estudios que podría brindar un efector privado. "Se reduce la brecha entre los sectores más vulnerables y aquellos con más recursos económicos, y sobre todo se garantiza un diagnóstico preciso para nuestros pacientes", destacaron desde la dirección del Hospital Centenario. Asimismo, remarcaron la hecho por la empresa 3B Optic, quienes, a pesar de las fluctuaciones en la cotización del dólar, mantuvieron el precio presupuestado y respetaron los términos de la financiación en pesos.
Esta empresa radicada en Rosario se dedica a la fabricación y comercialización de instrumental óptico y cuenta con 24 años de trayectoria en el país. En los últimos años se ha especializado en aparatología de alta tecnología.
Desde el Servicio de Oftalmología también valoraron el gesto de la empresa Mostto, que realizó el transporte del aparato en forma gratuita desde Rosario hasta Gualeguaychú.
