Cruzando la tranquera, artesanos y productores ofrecerán a los transeúntes las creaciones de sus manos, y desde los mostradores los tentarán a deleitarse con los platos más sabrosos.
La peña comenzará en el atardecer del sábado con un fogón alrededor del cual desplegarán sus pañuelos los bailarines, mientras músicos y cantores inauguran el escenario artístico, y los aromas y sabores típicos invaden el ambiente.
Los juegos criollos y la jineteada tendrán su momento de protagonismo el domingo con participación de 70 caballos, animación y payadas.
Serán dos jornadas de encuentro en un entorno campestre teñido de celeste y blanco y colmado de personajes en camisa y bombacha, sombreros y faldas.