Así, el reciclaje se convirtió en un negocio productivo y necesario, por lo que existen empresas y pequeños recolectores que se dedican a juntar y trabajar este material. Por otro lado, hay personas solidarias con ideas que realizan el acto de juntar las tapitas.
Bajo esta lógica, esta semana el hospital San Blas, de Nogoyá, recibió sillas para la sala de espera de Cirugía. Para que este mobiliario se concrete se juntaron 1.600 kilos de tapitas que fueron recibidas a cuatro pesos el kilo.
Es la segunda vez que las colaboradoras y la cooperadora del nosocomio se fusionan y generan elementos para que los pacientes pasen una mejor estadía. Anteriormente se compraron colchas para el servicio de traumatología, que esperan ser estrenadas cuando se pinte y se restaure el sector.
Las personas involucradas en realizar este tipo de acciones ya comenzaron a gestionar otra campaña. Esta vez, juntar tapitas para comprar toallas y jabones. (Paralelo32)