Al respecto, la expresentadora de Call TV manifestó que el hecho terminar con la rutina y no salir al aire todos los días, le dio la oportunidad para animarse y aventurarse en esta nueva apuesta. “Me parecía como una cárcel y no entendía en qué momento lo había elegido”. Fue algo que sucedió. Medio que estaba presa de la imagen por estar trabajando tan expuesta (en la TV)”, señaló. En ese orden de ideas, la modelo ahondó sobre su determinación estética y la circunstancia de haber perdido su empleo: "Cuando me quedé sin laburo dije 'esta es la mía, no me tiño más'. A las semanas nos mandan a todos a casa en cuarentena y pensé 'buenísimo', porque ya había tomado la decisión". Cabe aclarar que hay un movimiento internacional denominado Silver sister (Hermanas plateadas), el cual promueve aceptar el cabello blanco, vivirlo al natural y evitar el uso de químicos.
Además, con mucha simpatía Carla dio a conocer cómo fue atravesar aquella transición en la cual se despedía de un look y recibía al otro. "No lo sufrí en ningún momento. De hecho, ver el proceso y cómo crecían mis canas me dio una felicidad. El color de las canas me daba alegría, me parecía un pelo hermoso y con un color hermoso. Siempre lo disfruté”, comentó con una notable sonrisa, al tiempo que destacó que se siente muy contenta al ver el reflejo que el espejo le devuelve todos los días. De todos modos, la conductora sostuvo que sintió cierta ansiedad durante este cambio de estilo de vida e incluso confesó que cortó su melena en más de una oportunidad. “Sueño tener un pelo largo, canoso y hermoso. Pero siempre lo viví con mucha alegría y liberación. No me siento vieja”, sentenció.