El film fue ganador del premio del jurado en el Festival de Mar del Plata. "Trabaja con rigor y sensibilidad los primeros contactos que un grupo de chicos curiosos y resueltos tiene con asuntos densos como la muerte y la soledad", según indica La Nación.
Iván Fund es dueño de una filmografía prolífica, donde se destacan El asombro (2014) y Toublanc (2017). Nació en el pueblo santafesino de San Cristóbal y luego se crió en otro pueblo: Crespo (Entre Ríos), donde filmó buena parte de sus films.
Sobre "Vendrán lluvias suaves"
Está filmada en Crespo. Un día de verano se corta la luz y a la mañana los adultos no despiertan. Los niños sí y una pandilla de cinco nenas entre 8 y 11 años se da cuenta de que uno más pequeño que ellas y hermano de una de las protagonistas, va a estar solo en su casa frente a esa situación. Entonces, emprenden un viaje para ir a buscarlo. Desde ese momento, el film se transforma en una road movie juvenil, en una película de aventuras con un elemento fantástico, donde los niños estarán acompañados por perros. De pronto, no pasa nada si no están esos adultos. El mundo se puede reestructurar y ellos pueden reencontrar su nuevo equilibrio.La película trabaja sobre la primera idea de la muerte que tienen las personas. "Uno de los puntapiés iniciales fue el libro El pato y la muerte, de Wolf Erlbruch. Es un libro infantil que trabaja un poco ese primer contacto natural con la idea de la finitud o de la muerte. Es un lugar común, pero la muerte es parte de la vida. Y vuelvo a la idea de desdramatizar ciertos eventos. Me interesaba mucho ver cómo ellos en la historia toman esa conciencia. Está la idea de que los niños, por su temprana edad, no pueden armar el discurso o ponerlo ordenadamente en su cabeza, pero ya lo saben. Lo perciben y es como su primer contacto con esta suerte de existencialismo o melancolía de la existencia", asegura Fund a Página 12.
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