Pero una década atrás, Bechara recién llegaba a Buenos Aires desde su Darregueira natal, una ciudad de 10.000 habitantes ubicada al sudoeste de la provincia de Buenos Aires y empezaba a codearse con las cámaras.
"Facebook me recuerda mis primeros pasos como modelo en 2010", escribió Ailén en Instagram al compartir el recuerdo. Su look era muy diferente: llevaba el pelo larguísimo, lacio y de color castaño claro (ahora es platinada) y su piel tenía un color más natural (es fanática de las cremas autobronceantes, según contó).
Ailén pasa la cuarentena en una enorme chacra en Cañuelas junto a su pareja, Agustín Jiménez -representante de jugadores de fútbol- y su pequeño hijo, Francisco, de un año.
La modelo contó que le cuesta mantener una dieta saludable en estos tiempos de pandemia porque come a cada rato, pero se puso las pilas cuando notó que la ropa ya no le entraba.