"Mi papá no era muy cariñoso. No tengo registro de afecto, pero después entendí de dónde venía él o cómo demostraba su amor. Trabajaba en metalúrgica desde los 13 años y mi mamá era ama de casa", comentó.
Silvina remarcó que el ambiente era "picante". "Me crié como pude. Lo fui entendiendo de grande, y ahora más que nunca. Me di cuenta de las cosas que iba repitiendo. Salir de eso y tomar otras decisiones te lleva mucho tiempo", continuó.
También, remarcó lo mal que la pasaba su mamá: "Sufrió violencia de género cuando yo era chica. Mi papá no estaba pasando un buen momento, tenía un problema de adicciones".
Luego, hizo una sincera reflexión: "Yo no lo justifico, pero entiendo desde qué lugar lo hacía". Y cerró alegrándose por el cambio que notó en su padre: "Por suerte, después pudo revertir esa situación".