Espectáculos Cambio de vida

Revelador testimonio de Ulises Jaitt a un año de la muerte de Natacha

El hermano de la mediática dice que su prioridad es cumplir la promesa de cuidar a sus sobrinos. La causa judicial no tiene novedades, pero él sigue pensando que la asesinaron.
"Yo le huelo la ropa, conozco cada uno de sus amigos y sé al pie de la letra cada paso que da". Ulises Jaitt le prometió a su hermana Natacha, un día después de su muerte, el 23 de febrero de 2019, que iba a velar por el cuidado de sus dos hijos, especialmente del menor, Valentino (13). "Esa promesa la cumpliré, por lo menos, hasta que Valen sea mayor de edad, pero hasta entonces tengo que cuidarlo, guiarlo y estar en todo lo que me necesite, que es mucho".

El tío Ulises está consustanciado con esa suerte de paternidad que lleva a cabo no sólo con una responsabilidad intachable, sino con una convicción y un amor dignos de subrayar. "Desde que yo lo conozco a Ulises, cuando Natacha estaba viva, siempre tuvo un rol muy presente.

Siempre se ocupó de todo lo relacionado a los hijos y ahora sigue haciéndolo redoblando esfuerzos, para que Valentino no decaiga, pero también para que estudie, coma sano y tengo una vida lo más normal posible. Creo que Ulises siempre se comportó más como padre que como tío".

Quien hace esta descripción es Alejandro Cipolla, el abogado de los Jaitt, que pugna por que salga a la luz los motivos de la muerte de Natacha.
"Ulises está comprometido con la causa familiar y con la tutela de Valentino, de hecho estuvo una asistencia social en su casa para ver en qué condiciones vive el chico, y está todo bien. Falta que el juez oficialice su tenencia".

Ulises vive en la casa de Natacha, y es quien está a cargo de Valentino, el hijo de la mediática, que tuvo con el malogrado actor Adrián Yospe, que murió por un cáncer en 2011. "Yo estoy encima de mi sobrino, que cuido como al hijo que no tengo, y es lo que hubiera querido mi hermana, que estaría feliz de saber que pasó de año sin llevarse ni una materia".

Valentino asiste al Liceo XI de Villa Urquiza y no ha tenido problemas con sus compañeros ni fue víctima de bullying ni de agravios. "No lo molestaron ni le dijeron cosas en relación a su mamá. Igual, yo tuve entrevistas y fui a hablar con la directora y los profesores, quienes me garantizaron ese cuidado y así fue, de lo contrario habrían tomado cartas en el asunto".
"Fue un año dificilísimo y salimos adelante", sintetiza Ulises, que no sabe cómo hizo para atravesar todo este túnel oscuro de doce meses ni entiende cómo hizo para multiplicarse y estar en cada detalle... y también para no mostrarse vulnerable ni quebrarse ante el muchachito de la casa. "Yo le insisto que la vida tiene altibajos, pero no lo dejo estar y le digo todo el tiempo que hay que ir para adelante".

¿Pregunta por su mamá? "Sí, claro, me pregunta, quiere que le cuente cosas de ella, tiene todo el derecho de saber sobre su mamá". Hace saber Ulises que hace unos meses le devolvió el celular que le había sacado cuando murió Natacha, en el verano pasado. "Era contraproducente que lo tuviera, el tema estaba en las noticias y se decían algunas barbaridades, por lo que opté en pedírselo y protegerlo".

De todas maneras, Ulises entiende que mucho no puede hacer si Valentino "se pone a navegar por internet, yo le hablo, lo prevengo y le insisto en que lo que quiera saber me lo diga. Y me pregunta cosas, algunas complicadas, que prefiero no responderlas para no quemarle la cabeza, e intento ser lo más sencillo y simple a la hora de contarle sobre Natacha".

"Valen depende íntegramente de mí, no tengo ayuda económica de nadie, lo mantengo yo con mi laburo y estoy orgulloso de cómo se encuentra él... Tengo una complicidad increíble pero a la vez soy riguroso, o sea, jodemos pero también me pongo en perro guardián. Sé quiénes son sus amigos, con quién habla, con quién sale. No me puedo hacer el boludo y menos en estos tiempos que corren".

Ulises tiene en claro que Valentino está en medio de una edad complicada, de desarrollo y crecimiento, "pero es un chico sano, preadolescente, que por suerte no va a bailar, pero hace travesuras como cualquiera de su edad. Igual no me dio ningún disgusto, pero yo soy quien se tiene que adaptar a alguien que está en plena ebullición corporal y personal".

De manera radical le ha cambiado la vida a Ulises, que tuvo que "ordenarse" para estar cada noche con Valentino y con Antonella cuando se encuentra en Buenos Aires (va y viene a Rosario, donde tiene otra ala familiar). "Siempre me gustó salir, pero eso se terminó cuando se fue Natacha; tuve que organizarme y decidí estar de lunes a viernes, y en cada cena en casa, con mi sobrino".

Hace las compras, cocina y deja las viandas cuando se va a trabajar. Dice Ulises que su podio de platos son el pollo con ensalada, las milanesas y los fideos con salsa, nada sofisticado, pero sale del paso. "Me defiendo en la cocina, tuve que pulirme, porque ahora soy chef full time -sonríe-", ironiza quien sólo se toma un respiro cuando va al gimnasio. "Pero trato de coincidir cuando Valen está en lo de un familiar o haciendo alguna actividad. Igual, un rato solo se puede quedar, le gusta y se defiende perfectamente".

Sólo los sábados a la noche se permite salir Ulises, pero siempre y cuando su hermana Ruth Jaitt (43) lo cubra, o Antonella (21), "que cuando está en Buenos Aires, nos organizamos para hacer postas. Esta funcionando bien el engranaje, hay mucha solidaridad, porque el esfuerzo es grande". Inclusive Ulises se fue en enero una semana a Mar del Plata y "Valentino a Mar de Ajó con tía Ruth y sus tres primas, y la pasó súper bien".
Confía en su fortaleza Ulises, en su relación con su interior, aunque a veces le juegue una mala pasada y la tristeza y la angustia lo toman de rehén. "Me siento solo, no tengo con quien hablar, Nati me ponía la oreja, yo a ella, fue como enviudar, realmente, porque éramos tal para cual. Teníamos una relación de hermanos increíble".

¿Psicólogo? "Por ahora no, si bien estoy exigido, no me siento desbordado. Tengo el control de la situación". Sí se calienta Ulises cuando sobrevuela el misterio de la muerte de Natacha y "encima parece que la Justicia se empeña a no querer saber que pasó con Natacha, lo que me tira para abajo, pero no puedo caer, no puedo aflojar, porque no quiero que Valen me vea así".
La investigación no avanzó un centímetro

"Aviso: no me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca y ahogar en una bañera, no me voy a pegar un tiro, así que si eso pasa... No, no fui yo. Guarden el tuit"
. El 5 de abril de 2018, la mediática Natacha Jaitt escribió este tuit que hoy, a un año de su muerte, lo tiene fijado en su cuenta su hermano Ulises.

El 23 de febrero se cumple un año de la todavía misteriosa muerte Natacha Jaitt. Sin ninguna sentencia judicial y con un pesimismo lacerante, Ulises no tiene ninguna esperanza de que la verdad salga a la luz. Ni siquiera tuvo la mínima esperanza entre el último jueves 13 que la Justicia confirmó que desbloqueará la tablet de Natacha hasta el miércoles 19 cuando se supo que será imposible hacerlo.

"Estoy preparado para que me digan 'mirá, no encontramos nada' o 'hicimos todo el esfuerzo pero no pudimos abrirla'. Así es la Justicia en este país, corrupta y protectora de los poderosos", había dicho Ulises antes de que se expidiera la Justicia, previendo una respuesta de ese calibre.

Semanas atrás, luego de que los investigadores del crimen de Fernando Báez Sosa peritaran los celulares de los rugbiers imputados, Cipolla presentó un escrito días atrás para pedir que se desbloqueara la tablet que la mediática llevaba siempre consigo y hasta el momento era imposible acceder por la "falta de fondos" que argumentaba la Procuración General de la Provincia de Buenos Aires (el procedimiento demandaba unos U$S 25.000).

"Tuvimos que salir a reclamar que lo mismo que hicieron con los teléfonos de los rugbiers, hicieran con la tablet de mi hermana, ya que se trata del mismo sistema operativo (Apple). Pero debimos pedirlo nosotros, no fue una iniciativa de la Justicia, que desde hace un año se hace la distraída con la causa de mi hermana".

Avizora un futuro incierto y lleno de excusas Ulises. "¿Qué esperar de una justicia corrupta y vergonzosa? Se cagan en nuestra familia, en la justicia por una mujer, no hay voluntad de investigar, está clarísimo, porque protegen a los poderosos -hace una pausa y vuelve a la carga-. ¿Cómo puede ser que la investigación esté paralizada, frenada, no sepamos qué pasó con Natacha, cómo murió? Hay una familia detrás esperando respuestas".

Hay una mezcla de impotencia, bronca e indignación en el joven de 34 años, que no encuentra respuestas a sus muchas preguntas: ¿Por que no quieren abrir la tablet de mi hermana en todo este tiempo? ¿A quién está protegiendo la Justicia? ¿Por qué no quieren que lleguemos a la verdad? ¿Por qué deciden en algunas causas ir a fondo como en la de los rugbiers, que me parece muy bien, y acá no?".

No descarta Cipolla que haya sido un asesinato. "Jamás lo dejé de pensar, como tampoco que haya sido un encargo, ya que no hay ninguna prueba que me diga lo contrario. Pero como abogado, lamentablemente, yo siempre tengo que pensar en lo peor y esperar lo mejor. En el caso de que haya sido una muerte natural, estaré feliz porque Natacha descansará en paz".

Sobre qué contenidos podría poseer el iPad, tan Ulises como Cipolla aseguran que "deben haber videos o audios que nos indicarán qué sucedió minutos antes de su muerte, además de verificar si hay nombres propios que pudieran poner en peligro a Natacha. También podrían encontrarse nombres relacionados a denuncias realizadas por ella, a través mío, que involucran a políticos y personas de alta exposición pública".

Hace saber Jaitt que "en noviembre de 2018, Natacha se hizo un chequeo cardiológico y dio que su corazón estaba perfecto. En la autopsia que le hacen tres meses después figura que tenía el corazón deteriorado. Por favor... A mi hermana le encontraron cocaína en el estómago, esto quiere decir que se la pusieron en la bebida. Ella había tenido dos consumos por vía nasal, pero esa combinación vía oral, más el alcohol fue un combo letal".

Aparece en la cabeza de Ulises, una y otra vez, el nombre de Guillermo Rigoni, el dueño de Xanadú, el salón de eventos, en Benavídez, donde Natacha pasó los últimos instantes de su vida. "Es el máximo responsable, quien estuvo ahí cuando mi hermana muere. Rigoni es quien la abandonó, quien alteró la escena llevándose una botella y dos copas y, como la imagen de un video lo muestra, es quien arrojó cosas en una bacha. ¿Qué encubría? Pero la Justicia le permite todo, el tipo se fue a Londres de vacaciones y ahora debe estar tomando un coco en el Caribe".

Ante la imposibilidad de poder abrir el iPad de Natacha, el abogado Cipolla pedirá ante la Justicia "la exhumación del cuerpo de Jaitt para la revisión de la causa de muerte. Creo que tengo 50 por ciento de posibilidades para que se concrete".

Fuente: Clarín.
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS