Sin embargo, Lali Espósito aprendió a no darle importancia a los detractores que critican su espléndida figura. Y así lo demostró a través de sus redes sociales.
La cantante viajó con su novio, Santiago Mocorrea, a Madrid, España. Además de lucir espectaculares outfits y recorrer las callecitas madrileñas, degustaron churros mojados en chocolate caliente para hacerle frente a las bajas temperaturas.
Mientras Lali sumergía el manjar en la taza hirviendo, miraba directamente a cámara. Junto al clip, contó que sus amigos responden a cada una de sus historias de Instagram envidiándola: ¡ellos también quieren probar todo!
"Recibo mucho mensaje por privado de amigos puteándome fuerte, inundados de envidia con cada historia de comida que subo. Les dejo esta joyita, bebés", escribió. Y remarcó que, a los haters que critican su figura, no les da ni bola: "A los preocupados por mi línea y peso, les dejo un beso cariñoso. ¡Viva España!".