"Tuve un carcinoma in situ en una lola. Era muy grave", detalló Viviana, que se separó en octubre de este año de Alejandro Borenztein, padre de su hija Martina, tras cinco años de amor.
"Solo tenía miedo de morirme por Martina (su hija), porque dije: 'Tiene 3 años, Dios mío'. Pero pensé: 'Es una prueba más de la vida'. Y nada, me operé", contó sobre el momento en que le detectaron la enfermedad.
"Me fui a hacer una mamografía, la mujer que me hizo la ecografía me dijo: 'Noto algo raro. Me preocupa'. No dije nada en mi casa, a nadie. Me pedí un turno, me fui a hacer otra mamografía. Me hicieron la ecografía, la mamografía, y me encontraron un carcinoma in situ. No dije nada. Me pincharon para ver la gravedad que tenía; era muy grave. No dije nada. Fui sola a hacerme todo", relató sobre ese fuerte momento.
Y recordó: "El día que vi los resultados y el médico me dijo: 'Esto es muy preocupante, no hay nada tomado, pero hay algo que hay que sacar cuanto antes', dije: 'Dame un turno ya'. Me fui al Mater Dei y me operé".
"Muy valiente me fui a operar, diciendo: 'Bueno, ya está, Dios me pone una prueba, la voy a superar'. Me lo saqué, no había nada tomado, la lola me quedó perfecta. Después fue muy genial porque volví a mi casa toda vendada, no lo supo nadie, ni la gente que trabajaba en mi casa", expresó Canosa.
"A Martina le dije que estaba muy contracturada y que me dolía mucho todo el cuerpo, que iba a estar en cama unos días. Así pasé mi post operatorio", cerró.