Su estadía en la playa arrancó a fines de diciembre. Publicó imágenes con sus amigas, y con sus dos hijos Victoria y Federico. También estuvo pasando el rato con su marido, el actor Diego Olivera.
La actriz no dejó de aprovechar la playa para sacarse fotos en bikini en la arena.
Corría 2011 cuando la actriz Mónica Ayos (46) anunció que se iba del país. Después de casi cinco años de idas y vueltas, de viajes relámpagos y de visitas esperadas, decidió mudar su vida (y la de sus hijos, Federico y Victoria) a México, junto con su marido, el actor Federico Olivera, que por entonces ya gozaba de fama y prestigio en el país azteca.
Allí fue Leonela Montenegro, la villana de la novela Cristal, triunfo del amor, rol que la catapultó a la fama en su nuevo país de residencia. Entonces comenzó a andar. Y fue su espíritu, inquieto y movedizo, el que la llevó a buscar nuevas oportunidades. Y las encontró. Trabajó en México, en Miami y en su querida Argentina. Se fue, es cierto, pero nunca dejó de estar. Y las redes fueron parte fundamental para que eso ocurra. Es que Mónica echa mano al mundo virtual para sentirse cerquita de sus fans y de sus seres queridos.
"En México forjé una carrera en telenovelas que me proyectó y me expandió más de lo que nunca había imaginado", dijo hace un tiempo.
No obstante admitió: "Extraño Argentina como el día uno. Me costó, me cuesta y me seguirá costando. Pero si me preguntás si vale la pena, te digo: definitivamente sí. Formamos una familia grosa. Con diálogo, libres en cuanto a la educación de nuestros hijos, fuertes por las tormentas atravesadas y compañeros por tanta vida y caminos recorridos. ¡Compañeros de viaje! Tantos viajes juntos y anécdotas hermosas".