En julio del año pasado los paparazzi la retrataron mientras disfrutaba de unas vacaciones con su familia en Ibiza y las fotos de Wanda sin Photoshop despertaron una ola de comentarios en las redes y un debate sobre el exceso del retoque fotográfico.
En ese momento, Nara aseguró que las imágenes habían sido retocadas pero para perjudicarla: "Yo sé dónde tengo celulitis y dónde no. Me causó risa la panza que me hicieron. Ni en mis embarazos estuve así. Con mis posibilidades económicas nunca llegaría a estar tan mal como me mostraron en esas fotos. Existen un millón de tratamientos para solucionarlo".