"A veces pienso que no le saqué el suficiente provecho a mi cu. . . Siempre estuve tan ocupada en trabajar mi cerebro y corazón que la verdad: le di muy poca bola", inició Ansaldi su mensaje.
"Hoy puedo decir que disfruto mi cuerpo tal como es y no necesito ni mostrarlo exageradamente para que me noten, ni tampoco ocultarlo para que vean que soy inteligente. Hagan lo que tengan ganas: todo lo demás, es una trampa", sentenció Connie.