Espectáculos Amor, pasión y cuidados

"A los 53 años me miro al espejo y me gusto más que a los 30"

Catherine Fulop reveló su exigente rutina para mantenerse saludable y espléndida después de los 50. Muy enamorada de Ova, comparten la pasión y la disciplina por el entrenamiento físico.
No existen recetas mágicas ni dietas milagrosas, caer en estas ideas puede ser nocivo para la salud física y mental, intentar reproducir modelos de belleza idealizados o retocados digitalmente puede generar mucho daño y son varias las famosas que relataron trastornos alimentarios para encajar dentro de ciertos modelos de belleza. Consciente de esto, Catherine Fulop (53) es cuidadosa a la hora de compartir sus secretos de belleza: "No tengo ningún problema en decir cuántos años tengo porque trato de administrar mi edad. Me preocupo por mi estética, pero también por mi salud. El hecho de estar delgada no siempre es sinónimo de estar saludable. O estar más rellenita no significa tener una enfermedad. La verdad es que uno tiene que buscar lo más natural en cuanto a la alimentación. Tenemos la comida rápida al alcance de la mano, pero desde la casa de cada uno hay que generar la concientización", asegura Fulop a la revista Paparazzi.

Pero no todo en ese escultural cuerpo está en su lugar gracias a una alimentación saludable, la conductora hizo un tratamiento exclusivo, por lo costoso, de celuloterapia. Según confesó la propia Cathy, se somete a un procedimiento con inyecciones en las que le introducen sustancias para mejorar la calidad de vida: "A lo mejor esto me permita llegar a los 85 o 90 años sin Alzheimer ni diabetes. También, todas las mañanas me tomo una pastilla que tiene curcumina, selenio que me hacen falta en el cuerpo, y que me van a ayudar para que no se me despierte, por ejemplo, un tumor. Igual, si sigo comiendo como loca, no hago actividad física o tomo alcohol, no tienen sentido los tratamientos que puedan hacerme. No es la pastilla, no es la inyección sola, sino un conjunto de cosas, una filosofía de vida lo que me ayuda".
Esta filosofía de vida se apoya en un innovador tratamiento médico que implica hacerse un estudio de ADN a través de la saliva y, de ese modo, se puede conocer qué tipo de alimentación beneficia a la constitución de nuestro cuerpo. Fulop, al igual que Moria Casán y muchas otras famosas, es una fanática declarada de la medicina ortomolecular: "Soy una mujer divina pero grande", reconoce, y agrega: "Me hago contractores y algunas cositas más."

Todo este trabajo invertido en su estética y su salud responde a un gran temor que tiene la actriz y que no duda en confesar: "No es que me aterre llegar a la vejez? Siento que la vejez es una porquería. Te da experiencia de vida, pero por otro lado trae faltante de visión, te sentís débil, cansada. Hoy llegamos a más grandes, duramos más tiempo de vida, pero no con calidad de vida. Yo quiero vivir muchos años porque siento que la vida es bella. Por eso trato de cuidarme y de investigar para poder seguir haciendo campañas", dice Fulop, en clara referencia a su último trabajo como embajadora de BACE, un centro de estética.

Cathy fue armando toda esta estructura en torno a su cuidado personal, pero sabe que muchos de estos tratamientos son privativos para el común de las mujeres, por eso no quiere enviar un mensaje equivocado: "Sé que el tipo de alimentación y tratamiento que me hago son poco accesibles, no es algo que pueda hacer todo el mundo. Los alimentos orgánicos son costosos. Este tipo de medicina no está al alcance de todo el mundo".

Asimismo, la diosa venezolana reconoce que no es una mujer relajada y que necesita prepararse con mucha anticipación antes de hacer una aparición pública: "Entro en panic attack. Empiezo a buscar ropa, a organizar con el maquillador, tengo que ir a la peluquería, no es que me presento así nomás. Siempre que me muestro en público trato de estar impecable, no me vas a encontrar como voy al supermercado", se sincera.


Claro está que, para que la armonía sea completa, también hay que alimentar y nutrir la salud emocional y, por esto, Fulop reconoce que mantener a la pareja en forma requiere de la misma constancia y trabajo, pero en este rubro también confesó que se apoyó en una novedosa tecnología para mantener intacto su apetito sexual: "No es que vas a estar como una niñita de 30 años, vas a estar como una mujer de 53 pero un poquito más amable. Te hacen un tajito en la cola y te ponen el chip, que va liberando hormonas. Te lo hacen de manera ambulante en un consultorio".


"Cuando salgo de ducharme tengo que ir del baño al vestidor y paso por delante de la cama donde él está acostado, viendo fútbol. Entonces, si me puse la toalla, es por la toalla, si no me la pongo, me dice que me estoy pavoneando. ¡No me estoy pavonendo! Apenas entro al baño para ducharme cierro la puerta porque el Ova empieza a espiarme. El chip está muy bien puesto", asegura con humor.

A pesar de los 25 años en común, la pareja mantiene la chispa intacta, y ella reconoce casi orgullosa que sus encuentros íntimos siguen manteniendo una buena frecuencia: "Lo hacemos una o dos veces por semana". Además, se anima a darle un consejo a la platea masculina: "Tienen siempre que conquistar. Ova hace siempre un gran despliegue, tipo pavo real, me trae ropa sexy? Deben mandar un mensaje de WhatsApp, preparar una comida especial, seducir".
Fuente: Paparazzi

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