Eduardo Gerome, abogado de la anestesióloga Nélida Ines Puente, sostiene que el informe "tiene 133 páginas y es muy contundente" y agrega: "Aventa toda posibilidad de imputación a la anestesióloga de cualquier acto que pueda ser reprochable, ya que no cuestiona el accionar anestésico y sostiene que las maniobras de reanimación -ejecutadas en un principio por Puente- fueron las adecuadas aunque no hayan sido efectivas". Según el letrado, el informe histopatológico junto con la pericia que lleve a cabo la investigación "va a determinar la ajenidad de Puente a los hechos, por lo que tendrá que ser exceptuada de responsabilidad y sobreseída". Churba no sólo se refirió a la herramienta médica que podría haber ocasionado la "lesión instrumental" en el esófago de Pérez Volpin, sino a los antecedentes médicos de la periodista. "Hace unos diez días, La Trinidad presentó a la causa la historia clínica de los últimos dos o tres años de la paciente: muestra una enorme cantidad de antecedentes médicos graves. Tenía isquemias cerebrales producidas por reflejos vasovagales. Un reflejo vasovagal puede ser leve, medio o severo, puede producir un desmayo o un síncope. Eso le pudo haber pasado a la paciente en el curso de la intervención", arriesga el abogado de Bialolenkier, y suma: "Estaba tratada con anticonvulsivantes por tener antecedentes de epilepsia". Según Churba, durante la conferencia de prensa del miércoles, Diego Pirota -abogado de la familia Pérez Volpin- "hizo referencias falsas al decir que la paciente no tenía antecedentes".
Clarín intentó comunicarse con el Sanatorio de La Trinidad para confirmar la presentación de esa historia clínica, pero nadie respondió. El perito de parte de la clínica también firmó el informe en disidencia.