"La pasé muy mal, estuve un año y medio sufriendo mucho, sin encontrarle el sentido a las cosas. Estaba muy triste. Me faltaba la motivación de los últimos quince años", le aseguró Lucha a la revista Gente, y reveló cómo hizo para salir del pozo depresivo. "Con Fer volví a encontrar ese sentido", confesó, en referencia a su novio, el extenista chileno Fernando González.
Instalada en Santiago de Chile desde hace un año, los días de Aymar hoy son muy distintos y, a los 40 años, apuesta a formar una familia. "Ahora disfruto de la vida. Con Fer estamos en esa etapa. Aprovechando mucho los viajes, conociendo ciudades, pero desde otro lugar. A los dos nos encantaría ser padres. Fer, a los 37, tampoco tiene hijos. Como ahora estoy dando espacio a mi vida privada, íntima, es algo que se puede dar", reveló la ocho veces Mejor jugadora de hockey del mundo.