Espectáculos Inseguridades, deseos y mucho más

Mediática jugó con el rol de femme fatale en una producción de fotos muy sexy

"Siempre tuve problemas para relacionarme con los hombres, por eso siempre pensé que me gustaban las mujeres. Una cosa no quita la otra, pero siempre pensé que era lesbiana", confesó Nai Awada.
En los medios Nai Awada (23) se muestra implacable: una chica rebelde que no le teme a nada. Sin embargo, al aproximarnos de cerca esa imagen aguerrida se diluye, ya que la hija del actor Alejandro Awada (55) y la bailarina Melanie Alfie (53) asegura que, como buena actriz que es, sus picantes intervenciones en los medios son parte de su personaje.

Como sea, no pasa nunca inadvertida. En una entrevista íntima con el sitio Ciudad, se corrió la máscara para hablar como la chica que sueña con trascender como artista. Como no podía ser de otra forma, la participante de Bailando 2017 también se animó a jugar con el rol de femme fatale en una producción de fotos súper sexy, donde luce sus curvas naturales: "No estoy para nada a favor de las operaciones, para mí, y no entiendo cómo se anima la gente a operarse. Los admiro. Yo jamás me haría una cirugía estética, ni en curda. Me dan pánico las agujas y además a mí me encanta la belleza natural y amo mi cuerpo tal cual es. Sí soy bastante obsesiva y me cuido con la dieta, entreno, dejé de tomar tanto alcohol", arranca.

-¿Qué te pasó esta semana que tuviste que cambiar tu número de celular?
-Uy, es que tenía una fan adolescente que me amenazaba y me volvió loca. Como un día no le contesté un mensaje, me dijo que me iba a matar. Me llegó a mandar fotos en donde ella estaba cortándose el cuerpo, que no sé si eran de verdad, pero tuve que hacer la denuncia policial y todavía me falta ir a declarar a la fiscalía. Fueron momentos horribles.

-¿Esto fue lo más fuerte que te pasó desde que conocés la fama?
-Sí. Igual, es raro todo, como pasar de la nada de ser uno más a que si caminás por un shopping todo el mundo te mira. Pasa que hoy en día cualquiera puede ser famoso, sólo hace falta decir algo picante o pelearse con alguien. Antes los famosos eran los actores, pero hoy prima la pelea mediática.

-Algo que, hasta ahora, dominás muy bien. ¿No sentís cómoda en la pelea mediática?
-A ver, en mis peleas soy un personaje. Cuando me tiro a dormir si habla Mica Viciconte, sí me siento cómoda porque soy actriz y lo tomo como una escena. A mí nadie me pide que polemice en el Bailando o Este es el Show, pero yo sé que eso rinde y una se vuelve un poco adicta a la cámara. Y cuando te descuidás un segundo, hay un montón de personas queriéndote serruchar el piso para ocupar tu espacio. Uno se transforma en su propio peor enemigo al volverse fanático. Ahora, es como todo en la vida: hay que ver hasta dónde hacer las cosas. Yo peleé mucho para llegar a hacerme conocida, es el camino más fácil y rápido, pero también doloroso. La verdad es que no la pasé demasiado bien y, cuando la empecé a pasar mal, paré. Cuando me peleé fuerte con Viciconte, sus fans me empezaron a agredir durante dos días, por eso cuando estaba trabajando me bajó la presión. Es una locura lo que rodea la fama. No digo que sea famosa, sino que hablo de la mediatización. No es que me sienta cómoda, pero soy calentona.
-Todos conocen a tu papá, pero tu mamá cultiva el perfil bajo y es una grande de la danza. ¿Qué opina de tu paso en el Bailando?
-Con el baile mucho no se mete, pero me ayuda con detalles en las terminaciones de los brazos y los pies, bien de maestra. Igual, me deja hacer mi camino, porque la realidad es que yo siempre hice lo que quise y ya soy grande. Es súper apasionante compartir con ella un programa que de otra forma no miraría, y lo mira por mí. Le re gusta verme. Pero es difícil para ella, porque no está acostumbrada a que le hablen de mí todo el tiempo, porque la gente compra lo que ve. Si bien con Mica el conflicto fue real, lo cierto es que todo lo demás fueron dramatizaciones. Igual, siento que a veces me voy de mambo, la gente se lo cree y a mi mamá no le gusta que me pelee. Me pide que me cuide cuando me ve llorar, a ninguna de las dos nos gusta vernos sufrir.

-¿Cómo es la convivencia con ella?
-El orden y la limpieza en la casa es todo un tema, por eso tenía ganas de irme a vivir sola el año pasado. Yo soy medio caótica, dejo todo tirado dentro de bolsos que llevo de aquí para allá. Soy muy fan de los zapatos, tengo muchos, además de muchísima ropa. Como en el placard ya no me entra todo, compré cajas para guardar las prendas de verano. Además, tengo una gatita bebé que hace mucho lío y que traje al departamento cuando mi mamá estaba de viaje. ¡Eso fue todo un tema! Igual, nos llevamos re bien en la convivencia, más allá de los desacuerdos lógicos, sino, ya me hubiera ido. No sé si estoy con ganas de irme a vivir sola en este momento. Estoy muy cómoda en mi casa y, si en el verano encima hago temporada, voy a estar pagando una casa que no voy a usar.

-¿Y cómo fueron tus primeras experiencias en el amor? ¿Te animás a contar tu primera vez?
-Debuté a los 17 años, en la casa del chico con el que estaba, pero que no era mi novio ni compañero del colegio. Para mí fue un momento re lindo y al chico lo sigo queriendo. Un tiempo después le dije que había sido mi primera vez. Siempre tuve problemas para relacionarme con los hombres, por eso siempre pensé que me gustaban las mujeres. Una cosa no quita la otra, pero siempre pensé que era lesbiana por lo mucho que me costaba encariñarme con un chico, desde el amor. Ahora ya no, no tiene nada que ver con que me guste o no una chica.
-¿Cómo te manejás con tus parejas?
-Tuve un solo novio que le presenté a mi mamá, y a mi papá no llegué a presentárselo porque salimos menos de tres meses. Después, un intento de novio que no llegó al mes. Me doy cuenta de que me cuesta estar de novia. Es un momento de mi vida para estar tranquila y conmigo misma. El novio que tenga tiene que ser alguien que me entienda, que no me haga planteos, porque con los otros me peleaba mucho. No sé si seré una buena novia, de hecho, porque me gusta ser libre.

-A la hora de la seducción, ¿vas tan al frente como jugás en la televisión?
-No, soy re tímida. Eso lo hago en la televisión porque Marcelo Tinelli bromea y jugamos con mi bisexualidad, algo que tampoco tengo asumido. Es algo que me da curiosidad, pero que no incursioné demasiado, nunca tuve sexo con una mujer. A mí me gustan mucho los hombres. Y en los boliches, abajo del escenario me cuesta muchísimo, a menos que haya tomado algo y esté deshinibida.

-¿Sos de tener algunos touch and go?
-Lo he hecho, sí. Pero últimamente, no. Es que soy consciente de que soy bailarina, que estoy en la tele, que soy la sobrina del Presidente y por todo eso tengo más levante. Pero en la vida soy tímida y hoy por hoy cualquiera puede sacar una foto, filtrar un audio y no me da. Lo que sí me pasa es que pinte de estar algunas veces y listo, aunque no es algo que haría ahora. Pasa que a mí por lo general me gustan los chicos que no me garantizan una relación ¡Me gustaba Chano! Él es un amor, pero es un problema.
-¿Aceptarías tener una relación abierta?
-Uh, qué pregunta complicada. Creo que no. Voy a ser sincera, aunque suene egoísta. Me encantaría por mí, pero no sé si me bancaría los celos hacia mi pareja. La realidad es que siempre que estuve de novia, seguía mirando a otros chicos. Es un problema porque soy mirona y me gusta mucho seducir, histeriquear y que me miren. Por eso me cuesta estar de novia, ja, ja. Igual, no aceptaría una relación abierta, para eso que estemos separados y listo.

-¿Incluirías a un tercero en la cama?
-No, ni en curda si estuviera en pareja. No tendría problemas si son dos desconocidos. Tampoco me llama la atención, es como medio perverso. Prefiero estar con una sola persona.

En esta nota

Naiara Awada espectáculos
El comentario no será publicado ya que no encuadra dentro de las normas de participación de publicación preestablecidas.

NOTICIAS DESTACADAS