El barril de la variedad WTI cayó ayer 1% para cerrar en 68,50 dólares, mientras que el tipo Brent retrocedió 0,6% y se pactó en 73 dólares, con una contracción de 4% en el mes, de acuerdo con cifras del NYMEX.
El retroceso siguió a las subas del viernes y el lunes favorecidas por los cortes provocados por el paso del huracán Ida en el Golfo de México que causó la interrupción del 95% de la producción en la zona.
Más de un millón de hogares y negocios en Luisiana y Mississippi se quedaron sin electricidad, al tiempo que Exxon anunció el lunes que mantendría cerradas sus instalaciones de refinado de Baton Rouge (Luisiana), donde se producen 520.000 barriles por día, hasta que se reponga el suministro de la luz.
Los inversores esperan también con incertidumbre la reunión que desarrollarán hoy los ministros de la OPEP y sus aliados, para estudiar si la situación del mercado mundial de crudo requiere un reajuste de la producción que modifique un aumento gradual de unos 400.000 barriles diarios por mes, hasta fin de año.
Los analistas estiman que la OPEP+ probablemente mantenga ese esquema durante septiembre a pesar de la presión de la Casa Blanca para que aumente sus bombeos.
Los pronósticos de la OPEP proyectan que fuera de los efectos de la pandemia, el mercado enfrentará un déficit de suministro hasta fines de 2021, pero que si el Covid-19 continúa afectando a la demanda, la situación podría revertirse.
Los inversores creen que la demanda también podría caer debido no sólo a los daños provocados en las poblaciones por el huracán y otras tormentas sino también debido al aumento de los casos de Covid-19.
Los operadores esperan también para mañana el informe de la Administración de Informaciones de Energía (EIA) sobre los inventarios de crudo.
Por su parte, el oro que se mostró muy volátil durante agosto cerró en 1.818 dólares por onza, el mismo precio que hace un mes.
