El Canal es considerado por el Gobierno como crucial en la conexión marítima entre los puertos del Río de la Plata y los del litoral marítimo de las provincias argentinas.
Se trata de una franja natural del estuario sur del Río de la Plata que posee una profundidad de 4,50 metros, pero que en caso de dragarse hasta los 12 metros abriría una conexión directa entre los puertos fluviales y el litoral marítimo nacional. La traza prevista consistirá en un canal rectilíneo a desarrollarse entre la zona denominada El Codillo y el área de profundidades naturales conocida como Zona Beta.
La proyección de esta obra es de dos años, su financiación se aproxima a los $ 25.800 millones y el plazo de vigencia será hasta el 2 de febrero de 2023 o una vez cumplido el objetivo para el cual fue creada. El objetivo de la Unidad Ejecutora, creada mediante la resolución 33/2021 del Ministerio de Transporte, es confeccionar los pliegos de la licitación nacional e internacional que permitirá la navegabilidad en el Canal Magdalena.
El avance de las obras permitiría poner en valor el puerto La Plata, en la ensenada de Barragán, que con su ubicación, potencialidades y posibilidad de desarrollo se posicionaría como un impulsor de la conectividad del país con la cuenca fluvial marítima y el mundo. Ese puerto cuenta con la ventaja de disponer de una terminal de contenedores que es la única del Río de la Plata, ya que posee un muelle de 45 pies de calado, dato relevante ya que el canal está habilitado por la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) para una profundidad de 47 pies.
Asimismo, el dragado del Canal Magdalena permitiría el desarrollo de las empresas e industrias instaladas en el entorno portuario platense, como el Astillero Río Santiago, la Zona Franca, YPF, Copetro, Siderar y el Polo Petroquímico. (Fuente: Telám)