El empresario señaló que "el calor de la nafta súper implica que llenar un tanque promedio cuesta unos 2.600 pesos. Esto dificulta mantener el nivel de ventas".
"Se viene cumpliendo las previsiones del presidente de YPF que advirtió que tenemos un senderos de dos o tres aumentos hacia fin de años, con un horizonte bastante complejo en cuanto al valor de los combustibles. No tenemos dudas de que esto repercutirá dramáticamente en las ventas, que se van a caer. Estamos con niveles bajísimos y con cada incremento se nota una retracción por parte del público para gastar en combustibles", advirtió Di Palma. En ese marco, sostuvo que a" los precios no los fija el estacionero, sino las petroleras" y enfatizó: "Venimos perdiendo dinero desde el día cero de la pandemia. En este momento estaremos al 65 o 70 por ciento de ventas previas, pero con esto no se puede sostener el negocio si no es a fuerza de quebrantos y créditos".