Economía Costa del Uruguay

Sector turístico pide alternativas para no "fundirse"

En la costa del Uruguay, los trabajadores de turismo piden una urgente solución para no fundirse. "Las deudas son muy grandes, porque aunque sea temporada baja uno trabaja igual y se endeuda", dijeron.
Al igual que el resto de los prestadores turísticos, los casi 200 complejos de bungalows y cabañas de la ciudad de Colón se encuentran inactivos desde que fue decretado el ASPO.

En representación de la comisión de trabajo conformada recientemente por sus dueños, Rolando Martin visitó el programa TURISMO 12. Habló de las dificultades que afrontan para sostener sus emprendimientos y el protocolo que preparan para el regreso. A la vez, alertó sobre la imperiosa necesidad de que exista la temporada de verano 2020/21.
"Muchas familias se están fundiendo"
En cuanto a la posibilidad de apertura, "cada vez parece más lejos y más difícil", señala el empresario en relación al avance de casos en el país.
Mientras, "las deudas son muy grandes, porque aunque sea temporada baja uno trabaja igual y se endeuda permanentemente. La mayoría debemos mucho dinero a Enersa; desde marzo muchos no han pagado y todavía no nos cortan por el decreto presidencial. No podemos dejar los complejos sin luces, porque hay una cierta inseguridad; a uno de los complejos lo desvalijaron por completo. Además, hay que seguir cortando el pasto y algún sereno o encargado, así que necesitamos usar la energía eléctrica. Obviamente nadie está pagando ATER y otros impuestos, porque no se puede".

"Hay muchas familias que se están fundiendo y no van a poder reabrir. Si de esta temporada no salimos de pie, no abrimos más. Algunos empezaron con un Plan B, como cocinar, pero la mayoría hace lo mismo y ya no es redituable. Se quiso trabajar con esenciales o viajantes, pero es tan poca la demanda y tan complicados los protocolos, que tampoco se llega al cupo. Lamentablemente, hay inmobiliarias que ya tienen en venta varios complejos", asegura.

"Esto no es un capricho; necesitamos trabajar, no pedir un subsidio o un crédito. No estamos acostumbrados a esto. No nos podemos perder esta temporada, porque las deudas en casi siete meses se hicieron enormes" ?dice- a la vez que llama a la reflexión a la comunidad: "La sociedad de Colón tiene que entender que el turismo es necesario, porque solamente el 20% no vive del rubro, así que afecta a la economía regional. La ciudad está sobredimensionada en restaurantes y locales de ropa, pensando en el turismo; al no venir nadie de afuera estamos cambiando la plata entre nosotros. Necesitamos que venga gente de otro lugar, por supuesto haciendo las cosas bien, porque no nos serviría de nada arrancar y a las dos semanas tener que volver atrás".
"Necesitamos al turista de Buenos Aires, aunque tengamos miedo"
Rolando Martin es además directivo de la Cámara Entrerriana de Turismo (CET), y adelantó que se realiza un trabajo en conjunto con Misiones y Corrientes, en busca de "una reapertura conjunta entre las tres provincias, lo antes posible, para que el sector de cabañas no se siga endeudando".

De cualquier forma, "lo que más nos sirve es la gente que viene de Buenos Aires. El Partido de la Costa ya está trabajando muy fuerte y nos estamos perdiendo de potenciales turistas que pueden venir acá, desde zonas que no están afectadas. Necesitamos al turista de Buenos Aires, aunque tengamos miedo. Se había hablado de una especie de libreta turística sanitaria, pero estos protocolos son complicadísimos", dijo por la radio de El Entre Ríos en Colón.
Protocolos para evitar la clandestinidad
Ante una posible reapertura, "con la cámara de cabañeros estamos trabajando para que no tengamos que hacerlo solo al 50%. La ventaja es que los bungalows y cabañas tienen mucho espacio abierto y además no poseen lugares en común como los hoteles, así que se podría trabajar con la capacidad máxima o a lo sumo dejando un bungalow libre, y con una rotación, cada 5, 6 o 7 días dejar uno libre para sanitizar; más allá de que dicen que con el amonio cuaternario se puede hacer en horas y así tener un recambio frecuente para no perder estadías", explica el entrevistado.

Siempre refiriéndose al posible protocolo, "estamos viendo muchos detalles, por ejemplo si llega a haber un caso, que no quede dentro de la cabaña, sino aislarlo para control", dice.

Para Martin, "el tema de las entradas y salidas de la ciudad es un problema muy grande, porque ya hay gente entrando ?no por donde lo hacemos todos- sino con complicidad de algún remisero. Alguien les alquila o tiene visitas e ingresan clandestinamente, y si llega a haber algún caso no se puede hacer un rastreo; ese es el peligro de lo clandestino".

"Si con todos los protocolos logramos hacer una burbuja, para que el turismo sea seguro para el que viene y para nosotros mismos, tenemos que poder trabajar", sostiene.
Parcelas en la playa para mantener el distanciamiento
Con el virus en circulación ?donde una de las principales medidas sanitarias es mantener la distancia-, el uso de los espacios públicos evitando los contagios, es sin duda uno de los mayores desafíos.

"Se pueden hacer parcelas. Hay que refular mucho y hacerlo lo más alto posible, ya que se necesitarían muchos espacios porque se harían cuadrículas grandes con corredores a los costados", señala como alternativa el representante de bungalows y cabañas.

"Hay un conflicto con el tema de las parrillas, porque las que están sobre la playa, bajo los árboles, podrían provocar el hacinamiento de gente que se juntaría a comer asado. Además, habría que coordinar con el municipio es el estacionamiento, así que habría que sacarlas", agrega sobre lo que sería el funcionamiento del sector costero. (Fuente: Radio 12 / El Entre Ríos)
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