"A partir de mayo se empezó a ver una recuperación muy gradual de la producción de acero a medida que se fueron flexibilizando las medidas de confinamiento, especialmente fuera del área metropolitana de Buenos Aires", agregó la entidad.
Aseguró que "la sostenibilidad de esta incipiente recuperación depende del comportamiento futuro de los sectores que están reactivando su actividad como son la construcción en interior, línea blanca, el sector automotriz y de autopartes; además de la maquinaria agrícola, que mantiene un ritmo sostenido de operación".
Sin embargo, advirtió que "el sector ligado a la energía, producto de la caída de la movilidad global, del colapso del consumo de combustibles y de la bajísima actividad de perforación doméstica tiene hoy una operación mínima, impactando fuertemente en el consumo y en la producción local de tubos de acero sin costura".
Según el informe, la producción de hierro primario en julio fue de 235.300 toneladas, resultando 106.6% superior a la de junio y 37,2% mayor a la de igual período del año anterior.
En cuanto a la producción de laminados terminados en caliente en julio fue de 302.600 toneladas 21,5% superior a la de junio pero 20,7% menor a la de igual período de 2019.
La producción de planos laminados en frío de julio fue de 105.700 toneladas, resultando un 33,4% superior a la de junio pero 6,9% menor a igual período del año pasado.
En el marco de los efectos del Covid-19, la cámara señaló que "las productoras de acero continúan produciendo con los correspondientes protocolos de operación segura, e implementando los aislamientos de grupos de riesgo, de contagiados y los aislamientos preventivos de grupos de trabajo de contacto estrecho".
Consideró que "la industria del acero argentino tiene la posibilidad de compensar parcialmente la caída doméstica, con mayores exportaciones de productos de altísimo valor agregado, dada la competitividad que tiene el conglomerado siderúrgico local".
NA
