La empresa, de origen francés, era una de las proveedoras de parabrisas en el sector (la otra es Pilkington) y llevará su producción a Brasil, desde donde seguirá atendiendo al mercado argentino. En el país tiene, por el momento, un depósito en la localidad de Tortuguita y una distribuidora en Córdoba que también está en situación delicada.
Saint-Gobain Sekurit era proveedora de Chevrolet y Renault, además de abastecer el mercado de repuestos. En su pico de actividad llegó a producir unas 50.000 unidades mensuales mientras que a fin del 2019 y comienzos de 2020 cayó a menos de 15.000.
En febrero había suspendido a todo su personal y hacia fines de ese mes comenzó a negociar con cada empleado su salida. Como semanas después se declaró la cuarentena y el fin de la actividad se produjo sin conflicto gremial, la noticia quedó tapada por el aislamiento social. Cuando las automotrices volvieron a la actividad, la planta ya no estaba operativa.
El sector autopartista viene en permanente reducción. Además de la caída de volumen interno de producción de autos, se suma la falta de competitividad local que hacen que sea imposible producir a precios razonables y, muchas veces, es más económico importar las piezas que hacerlas en el país. Esto se debe especialmente a la excesiva presión impositiva. Otro factor importante que es tenido en cuenta es que las perspectivas en la Argentina no son alentadoras por las dificultades que tienen las empresas para operar en un contexto poco proclive para los negocios.