La nueva Ley de Alquileres fue aprobada por el Senado el 11 de junio, en una tensa sesión virtual, con 41 votos a favor. En aquella oportunidad, la oposición abandonó sus bancas en una reunión en la que, además, se aprobó la Ley de Educación a Distancia, también promulgada este martes por el Gobierno. El proyecto tenía media sanción en Diputados desde noviembre pasado.
Se trata de la primera reforma desde 1984 e introduce mejoras para los inquilinos, mientras despierta algunas críticas desde el sector de los propietarios y del negocio inmobiliario.
La duración de los contratos pasa de dos a tres años. La garantía pasa a representar solo un mes de alquiler por toda la extensión del lazo (antes era uno por cada año concertado).
El contrato se indexará una vez cada 12 meses. Esta actualización se hará de acuerdo a un índice elaborado por el Banco Central, compuesto en un 50 por ciento por la variación de los salarios y en otro 50 por ciento por la tasa de inflación.
Por otro lado, se flexibilizaron las garantías (se aceptarán avales bancarios o garantías personales del inquilino) y las expensas extraordinarias correrán por cuenta del propietario.
La nueva ley de alquileres: