En las terminales automotrices coinciden en que las consultas se multiplicaron, pero la traducción en boletos de venta y nuevas facturas es dispar. "Nosotros agotamos el cupo de unidades que teníamos en oferta", dijeron en una de las terminales japonesas. "Con el plan hubo muchas más consultas, de gente que se acercó a las concesionarias y también telefónicas. Ahora les estamos dando seguimiento". En una competidora, de origen francés, contaron que las ventas mejoraron, pero no en proporción a la cantidad de gente que consulta. "Las consultas se duplicaron, de modo que esperamos que este mes haya una mejora, que también se reflejará en las ventas del mes que viene", dijeron voceros de esa automotriz. "Pero la suba de ventas no es tan fuerte, probablemente". Otra competidora, con planta en la provincia de Buenos Aires, espera cerrar operaciones contra reloj. "Esperamos ver una mejora en los datos de cierre de junio", dijo uno de sus gerentes.
En otra automotriz, de origen estadounidense, aseguran que van a vender el doble: "Los boletos de venta se duplicaron, pero los patentamientos recién se verán reflejados en el mes de julio", señalaron. En otra terminal de origen japonés (ya son tres en la Argentina) hablaban hasta el viernes pasado de un incremento de 28% en sus ventas. "Ese incremento se reflejará en los patentamientos de julio, que las concesionarias difundirán recién en agosto", afirmaron. El plan Junio 0km consiste en que el Estado les pague a las terminales agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) 1.000 millones de pesos para subsidiar autos y SUV's fabricados en el Mercosur, así como unidades de este tipo importadas de extrazona. A cambio, las terminales e importadores deben aportar otros $1.000 millones en descuentos. Llamativamente, las pick ups están afuera de este plan oficial, pese a que en el país se producen cuatro modelos: Ford Ranger, Toyota Hilux, VW Amarok y Nissan Frontier.
Las ventas adicionales de este plan podrían generar ingresos vía impuestos que triplicarían el gasto, ya que la Argentina es el país del mudo que más impuestos cobra sobre la venta de vehículos 0km. Un modelo de producción nacional tiene 54,8% de impuestos, a los que se les debe sumar entre 5% y 7% por los gastos de patentamiento. Calculadora en mano, el concesionario hizo la siguiente cuenta: a un precio promedio de 800.000 pesos por unidad, una venta adicional de 6.000 unidades arrojaría impuestos por 3.000 millones de pesos. "Es el triple de lo que costó el plan al Estado", agregó.