Economía El Ventilador

Precios, economías regionales y situación lechera

Se conoció la inflación de febrero cercana al 4% y empresas productoras de alimentos enviaron nuevos listados de precios. ¿Por qué se producen los incrementos? ¿Influyen variables estacionales? Tema abordado en El Ventilador.
Los incrementos incluyen casi 300 productos, la mayoría que integra la canasta básica alimentaria, con valores remarcados entre el 7 y el 15%.

Entre los productos que más alzas registraron en los supermercados, se encuentran los lácteos, es decir, alimentos como la leche, el yogurt, la manteca, el dulce de leche o el queso, fundamentales para la dieta de la mayoría de las familias argentinas.

Las mediciones muestran que estos productos en promedio van aumentando un 25 por ciento sólo en lo que va del 2019, por lo que conseguir un litro de leche a menos de 50 pesos es casi imposible, y más todavía si nos detenemos en las primeras marcas. Alguien podría pensar que en la escalada inflacionaria que permanentemente se nos presenta frente a la góndola, un aumento más no constituye una sorpresa, aunque para el caso de la leche y sus derivados, hay quienes advierten que es excesivo el incremento y que - tal como dicta el saber popular - una vez que sube el precio, nunca más baja.
¿Pero qué sabemos sobre estos nuevos aumentos? ¿Por qué se producen? ¿Hay variables estacionales que condicionaron el valor establecido en los últimos días como fueron las inundaciones y las intensas lluvias que sufrió la región centro, conocida por ser cuenca lechera de la Argentina?

Hoy, cuando el precio de la leche en góndola trepa a los 50 pesos ¿el valor que cobran los tamberos en la tranquera también aumenta proporcionalmente o el único ganador en esta contienda es la industria y los grandes comerciantes?

Y por otro lado ¿Sirve en estos casos establecer un precio de referencia para el litro de leche? ¿Y qué sucede con los productos que están contemplados dentro del programa "precios cuidados"? ¿Está el Gobierno trabajando sobre esta circunstancia?
Economía en crisis
La lechería es una de las economías regionales de la provincia que desde hace años viene mostrando signos de crisis.

Se trata de un sector con una matriz productiva mediana y chica, integrado mayormente por tambos familiares con una espalda insuficiente para resistir el aumento de los costos, la presión tributaria, la falta de financiamiento y el precio relativamente bajo que según los tamberos reciben por la materia prima.

Ese combo fue destruyendo a la lechería entrerriana y si se compara la producción en forma interanual, se observa una considerable merma en los litros de leche que se sacaba de cada establecimiento. Por otro lado, hay una disminución del stock de ganado lechero, lo que terminó obligando a los tamberos a endeudarse, diversificarse o directamente desprenderse de sus animales.

Pero además, no hay que olvidarse de los factores climáticos que cada tanto le dan un golpe a las pasturas y del que cuesta mucho recuperarse.
Mientras el semáforo de la lechería sigue en rojo, en las heladeras de grandes supermercados proliferan los denominados "alimentos lácteos", esos productos que con toda la pompa se ofrecen mucho más baratos que los demás pero que según indica su envase en letra muy pequeña tienen casi el 1% de materia grasa.

Y... ¿qué pasa con otras economías regionales como la citricultura, la avicultura o la producción de arroz?

¿Por qué, en los grandes supermercados muchas veces nos encontramos con naranjas de Israel o zahorias de China? No sería más lógico, y barato comprarlos a productores de la zona?

El conductor del programa, Lalo Foncea, interrogó: "¿Qué pasa desde que la leche sale del tambo y llega a la góndola? ¿Quién modera? ¿Quién controla los precios de la leche y los de los diferentes productos en general? La inflación afecta a los productos de la canasta básica. Ya estamos acostumbrados a encontrarnos con los precios de las góndolas que suben y suben. Pero? ¿qué pasa cuando este incremento afecta a la leche, un producto básico? Además ya hay en algunos supermercados, carteles que indican que deben llevarse una o dos unidades por personas, no más de eso".
"El estado tiene que regular los márgenes de ganancia de cada sector"
Jorge Chemes, Vicepresidente de la Confederación Rural Argentina y Coordinador de la Comisión de Lechería, indicó que "la exportación no es el problema de este momento. Se han intensificado porque la devaluación generó un dólar más competitivo y esto permite exportar. El problema, en principio, es por una cuestión climática. Creo que estamos entrando en el escenario que estamos anunciando hace ya varios años. La crisis profunda de falta de rentabilidad en los tambos ha desencadenado una falta de producción que no está logrando atender toda la demanda. No se venía mostrando y eclosiona junto con lo climático".

"Faltan políticas de acompañamiento. No todos los tamberos pueden dedicarse a otra cosa. Algunos hacen agricultura y ganadería porque el tamaño de su campo les da, pero no todos. No solo en Entre Ríos, sino que en Santa Fe y Córdoba se ve mucho más tambero exclusivamente dedicado a eso porque es la principal cuenca lechera", dijo.

Remarcó que "el productor no es formador de precios. Nosotros tomamos el precio que la industria paga. Es imposible hacer una huelga y no entregar la leche una semana. Hay que trabajar y ordenar todos los días. El problema es para todos, no es por escala. La realidad es que el productor que es más grande tiene posibilidad de tener otra actividad".

"No hay que ver tanto el problema de la desaparición del tambo. Lo que hay que medir es cuántas vacas dejaron de producir. Muchos tambos siguen siendo tambos pero muchos están con la mitad de las vacas que tenían. Eso nos lleva a que la oferta no alcanza a la demanda. Esperemos no tener que importar leche", señaló.

Asimismo, dijo que "en el arranque tuvimos un acompañamiento muy fuerte del gobierno nacional. Hubo subsidios directos que se les pagó al precio del productor pero lamentablemente los terminó aprovechando la industria, porque lo que el productor recibía del estado como subsidio la industria dejaba de pagarlo".

"Intervención no significa que el estado no controle. No soy partidario de que el estado se meta a decidir precios y que se interponga en la relación entre privados pero sí tiene que estar atento para equilibrar los desajustes de la cadena, que es lo que está ocurriendo hoy. Cuando tenés una cadena donde la situación dominante de la industria hace que el productor no pueda soportar y no pueda defenderse, ahí tiene que estar presente el estado. Tiene que estar para regular, tocar un silbato y llamar la atención para que eso se ordene. Tiene que regular los márgenes de ganancia de cada sector con medidas que apoyen a los más vulnerables", consideró.

"El sacrificio que tiene un productor tambero que ordeña es parejo para todos, independientemente de la escala y la medida. El sacrificio no es solo trabajar, sino que también es muy sacrificada la inversión que se hace. Uno tiene que poner millones de pesos y se arriesga, por ejemplo, con un socio como el clima", agregó.

Expresó que "cuando la leche sobra las industrias venden diferentes alternativas porque si no te alcanza el bolsillo para pagar la primera marca comprás lo más barato. Como hoy escasea, la industria fabrica primeras marcas porque no tenés otra alternativa que pagar eso. La lechería argentina está manejada por tres o cuatro empresas grandes. Las pymes también tienen consecuencias de todo esto porque tienen que alinearse atrás de la cartelización de las empresas grandes. Esta crisis va a llevar a un nivel de concentración mucho más grande".

"Hay que trabajar en la institucionalización de los mercados, es decir, lograr que las economías regionales tengan mercados con precios de referencias, como lo tienen los granos y la carne. Diariamente cotizan. Sino no se sabe dónde estamos parados", consideró.
"El estado debe imponerse ante las empresas"
Daniel Welschen, Ingeniero Agrónomo, ex Secretario Producción de Entre Ríos y Vicepresidente de SENASA, consideró que "el aumento no solo se dio en la leche, sino también en las frutas, las verduras, las carnes. Venimos de mal en peor. Desde 2006/2007 la lechería viene siendo castigada con un deterioro y desaparición de muchos tambos pequeños y medianos".

"El modelo anterior nos decía: prohíbo la exportación para mejorar el precio en el mercado interno. La realidad es que la inflación siguió igual. Producíamos menos leche, con menos vacas y todo lo que prohibimos para exportar se estancó, se produjo menos y el productor recibió precios bajos y el consumidor siguió teniendo un proceso inflacionario. El gobierno anterior quería controlar los precios en la cadena y ponía una serie de restricciones mal puestas. Esto no quiere decir que el estado no tiene que intervenir. En cambio, el gobierno actual liberó todo y hoy se ha desmadrado. La desorientación que hay en la macroeconomía hace que todo aumente, que todos remarquen y es una carrera de precios que hace que sigan desapareciendo tambos", dijo.

Además, indicó que "Argentina tiene que tener alimentos baratos adentro y exportar. El error del gobierno anterior fue haberle puesto un piso a los sectores productivos y por lo tanto exportábamos un poco y gran parte iba al sector interno, el productor perdía. Hoy se sigue en el mismo sentido pero al revés. Tenemos que lograr que el gobierno intervenga en la cadena".

"En todos los países desarrollados del mundo el estado interviene en los márgenes que tiene cada uno de los eslabones de la cadena productiva. Hoy en día se les dijo a los productores que el estado no iba a intervenir y que deben ser competitivos. El estado debe imponerse ante las empresas", agregó.

"Hay dos enfermedades graves que están en los tambos y hoy se están erradicando: brucelosis y tuberculosis. Son transmisibles a los operadores del tambo y a quien la consume", indicó.

Asimismo, dijo que "hay que controlar, sentar a los distintos eslabones de la cadena. Si los productores recibieran asistencia financiera sería distinto. Es cierto que también hay que mejorar la productividad, porque hay tambos que todavía pueden producir muchos más litros de leche por vaca y por hectárea, pero para eso necesitan financiamiento y asistencia técnica, como una economía que estabilice".

"Recuperar la lechería llevará muchos años. Primero la macroeconomía debe detener el proceso inflacionario. En Entre Ríos hace unos años atrás teníamos más de dos mil tambos y ahora tenemos menos de mil. Esto significaba contener a las familias en el medio rural, pero ahora muchos se han ido y lo que queda son grandes tambos con empleados", agregó.

"El tambero dejó de hacer el tambo porque no le convenía económicamente y no lo podía sostener. Arrendó el campo a un contratista rural que como no podía vender el trigo o el maíz producía soja", resaltó.
"La situación tambera del pequeño productor es mala"
Hugo Sangoy, Tambero de El Palenque, señaló que "es un cúmulo de muchas cosas lo que disparó el precio de la leche. La bomba que terminó de explotar fue el tema de las inundaciones en Santa Fe, Córdoba y parte de Buenos Aires. Eso hizo que la principal cuenca lechera del país flaqueara en litros".

"La situación tambera del pequeño productor es mala. Nosotros tenemos 50 vacas en ordeñe. No hay un cepo a la leche, solo una falta. Entregamos leche a una industria de Santa Fe que tiene la posibilidad de exportar y cobramos el litro de leche en febrero a $10,46, más IVA", remarcó.

Contó que "los tambos más pequeños por lo general son explotaciones familiares y tratan de sobrevivir como se pueda. En mi caso tengo una sociedad con un primo y trabajamos los dos. No hay sábado, domingo ni vacaciones. Trabajamos todo el año, mañana y tarde, todos los días. A las 5 de la mañana empezamos con nuestra labor. Se puede hacer tambo-quesería pero se cae en la misma, se depende mucho".

"Hace tres años tuvimos la posibilidad de hacer una pequeña rebelión en Cerrito. Nos juntamos por fuera de las entidades y llegamos hasta el Secretario de Lechería de la Nación", comentó.

Asimismo, coincidió en que "hubo una afectación de la sojización a los productores, principalmente a los pequeños. La mayoría de los pequeños productores que quedamos en Entre Ríos estamos trabajando en nuestros campos familiares o alquilando otros campos. El tambero tuvo que entregar sus campos y pasó a soja".
"La dieta del argentino es culturalmente, leche, pan y carne"
La Licenciada en Nutrición, Brenda Ulman, destacó: "La dieta del argentino es culturalmente, leche, pan y carne. La leche es fundamental, disponible para los niños. Respecto del precio, se está complicando mucho a la hora de dar planes alimentarios. En las políticas públicas, la leche para chicos con bajo peso, es el alimento fundamental. Estamos en una problemática importante".

El consumo de leche "depende de la etapa biológica de la persona, pero la cantidad recomendada es 150 centímetros cúbicos en el desayuno y 150 cm3 en la merienda".

"La nutrición es una ciencia, tenemos que avalarnos siempre en estudios científicos para expresar tal o cual afirmación. Hace muy poco salió publicado en la Asociación Argentina de Nutrición que no hay estudios científicos avalados que indiquen que la leche puede producir cáncer. Como profesionales no tenemos que imponer nuestras ideologías a nuestros pacientes. Hay muchos colegas que están en una rama más naturista, que es totalmente respetable, pero debemos hablar científicamente", apuntó.

A ser consultada la nutricionista respecto de la compra de "leche cruda", afirmó: "La precaución que tenemos que tener es hervirla. La leche comercial está sometida a la pasteurización que elimina todos los patógenos, y la leche `suelta` que vende el productor, no tiene ese proceso".
"La carne de vaca tiene un porcentaje mayor de contenido graso, a diferencia de carnes más blancas, como la del pollo o cerdo.
En cuestiones de precio, es más costosa. Nutricionalmente recomendamos siempre carnes más magras. La carne de cerdo es una carne que está disponible en la región y no al consumimos demasiado, por costumbre", puso relevancia.
"El problema está en el modelo, donde no se acortan las cadenas del productor al consumidor"
Gervasio Viola es socio de la cooperativa de Consumo Solidario del Pueblo. "Hay mucha gente que había acostumbrado a comprar en supermercados, y después se fue agrupando, y comenzando a comprar la canasta nuestra, que tiene una composición similar a la canasta básica, que tiene harina, aceite, yerba, pastas, lácteos? Intentamos llevar un producto para una familia tipo, que pueda medianamente bajar los costos y tener una alimentación bastante completa".

"La Cooperativa se fundó con muchos compañeros y compañeras socialistas. Hoy tenemos el orgullo de decir que recibimos nuestra matrícula, estamos muy contentos", aseveró.

Viola es precandidato a senador por el departamento Paraná, por el Partido Socialista. "El problema está en el medio de productores y consumidores. Alguien se está quedando con la porción más grande de la torta. El problema está en el modelo, donde no se acortan las cadenas del productor al consumidor.

"Hablan de que deben dejar de consumir primeras marcas, y optar por segundas marcas. En la Cooperativa podemos trabajar con primeras marcas, y llevando un precio, un 34 % de ahorro para el consumidor, porque lo que achicamos es la cadena y el margen", destacó.

En el mismo sentido entendió: "Tiene todo que ver con un modelo de producción. Tenemos un campo destinado a producir divisas y lo que necesita el argentino es alimentos. A las divisas las necesita el gobierno para sostener un modelo de ajuste y endeudamiento. El papel que está jugando la Secretaría de Agricultura Familiar es desastroso".
"La horticultura de Paraná se hace un porcentaje bajo cubierta y la mayoría es a cielo abierto"
César Machelo es productor hortícola de la zona El Brete. "No escapa nuestro sector, a lo que están viviendo otros productores. Aumenta el combustible, la luz, nuestros insumos. En el caso de la horticultura depende mucho de valor euro también. Semillas, insumos, es de origen importado. En el país, no hay semillero para horticultura", indicó. La producción que realiza es "verdura de hoja: lechuga, rúcula, acelga".

"Los productores, en todos los rubros alimentarios, lo que sabemos hacer, es producir. Nos tienen que dejar producir. En cuanto a la horticultura, no es tanto como la lechería. Desconozco los costos de comercialización de un verdulero, pero el productor es el que tiene que absorber los costos de insumos, no se pueden traspasar directamente".

Asimismo puntualizó que la horticultura "desde hace un tiempo está siendo afectada por el factor climático. Si lo vamos a comparar con el precio de una golosina o una bebida gaseosa, por ese valor estás comprando dos kilos de fruta".

"La horticultura de Paraná se hace un porcentaje bajo cubierta, en invernaderos, y la mayoría es a cielo abierto", citó. "Hay lechuga de 30 pesos el kilo, y lechuga de 60 pesos el kilo, en El Charrúa; varía de acuerdo a la calidad. La de invernadero tiene otro costo de producción, que es distinto a una de campo. Cada una tiene un período de `aguante` después de la cosecha", afirmó.

"De fruta, hago la venta en el Mercado El Charrúa, no produzco. Por ejemplo, en el caso del durazno, viene de Río Negro: Viene en camiones refrigerados, hay que tener en cuenta el tema del transporte", puso relevancia.

Manifestó que los hipermercados "no compran hortalizas" en la ciudad. "Traen de Buenos Aires, y si las amas de casa observan, es de muy mala calidad, lo que ofrecen, porque están con muchos días de transporte. No quieren comprarnos acá, y hemos tenido muy malas experiencias".
A los productores hortícolas de la zona les compran "el verdulero de barrio, la verdulería que está en la carnicería del barrio, tenemos clientes del interior porque Paraná es un polo hortícola bastante importante".

Respecto de la consulta sobre el mercado hortícola de Santa Fe, Machelo destacó: "Tal vez es un mercado más grande. Puede haber más variedad, calidades distintas, pero no distintos precios".

"Queremos producir pero no queremos fundirnos produciendo, como estamos ahora, estamos descapitalización", dejó en claro.

En el mismo sentido, puntualizó: "No es fortuito lo que está pasando, es intencional. Cuando se produce la cartelización como la que hay en el mercado lácteo, cuando se produce esa concentración en algunos grandes productores y se destruye a los pequeños y medianos productores, que no tienen posibilidades de volver a levantarse, se produce una transferencia de dinero a los sectores más concentrados y eso no es que se les escapó a tortuga, es intencional y está pensado así".

"La horticultura es una explotación familiar, por lo que día a día, apostamos con más trabajo a salir adelante. Hoy por hoy, la mano de obra está costosa, no solo en dinero sino también en conseguir mano de obra calificada, porque no hay automatización, se cosecha manualmente", resaltó.
La opinión de los panelistas
El periodista Sebastián Martínez, dijo que "hay desabastecimiento, se ve que hay segundas marcas que no están. El sachet de leche está costando entre 40 y 45 pesos. La devaluación no siempre beneficia al productor tambero, porque tiene costos en dólares y vende en pesos".

El panelista Mariano Kohan, manifestó que "hay fraccionamiento, le pusieron cepo a la leche. Está pero muchas familias no la pueden comprar. Las primeras marcas en una despensa de mi barrio están 60 pesos la de caja, 45 pesos el sachet. Una familia que tiene un sueldo razonable y dos o tres chicos, debe hacer un gran esfuerzo para poder comprar".

La periodista Luz Alcain expuso: "Tambo que cierra, no quiere decir necesariamente que se trata de un productor que hace otra cosa".
"Hubo un contexto bien distinto, respecto de lo que se planteaba con las políticas públicas en el kirchnerismo. Habría que desmenuzar en que estuvo la falla. Recordaba una nota que hacíamos con Chemes, que pedía que deje de intervenir en ese momento, para no obstruir en la inversión", destacó.

La periodista Ana Tepsich aseveró: "Me acostumbré a comprar la segunda marca de una reconocida firma de leche en sachet, que es muy rica, y desde hace unos dos meses ya no la consigo más". En otro orden citó palabras de Jorge Chemes que en una entrevista había afirmado que "hay actualmente entre nueve mil y diez mil productores lácteos en actividad y que anteriormente había entre 14 mil y 15 mil
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