Acotaron que "mientras la fracción apropiada por el Tesoro nacional se redujo un 10%, también en términos reales".
"Desde 2015, los ingresos tributarios (propios y de coparticipación) de provincias, netos de transferencias a municipios, subieron en términos reales un 38 % para el caso de CABA y Buenos Aires, un 26% para Córdoba, San Luis y Santa Fe y un 21% para el resto", sostuvieron.
Del lado de las erogaciones, y siempre utilizando 2015 como año base, afirmaron que "el gasto corriente subió un 4,7% en el consolidado de provincias, al tiempo que se redujo un 6,4 % en la jurisdicción nacional".
"El gasto en capital, en tanto, cayó un 5,9 % en provincias y lo hizo de modo mucho más marcado a nivel nacional (-47,8%)", manifestaron en su análisis.
En tanto advirtieron que "para 2019, se espera que las transferencias automáticas de Nación a Provincias aumenten en promedio un 27,3% en términos nominales".
Por su parte, en cuanto a las jurisdicciones con déficit fiscal, se pasó de 21 provincias en 2017 a sólo cuatro en 2018.
"Existen provincias con resultado financiero neutro o negativo, pero que aplican una proporción importante de su presupuesto a la inversión, caso de Córdoba y Santa Cruz", añadieron.
Hay otras "con una situación financiera similar, pero con un bajo volumen de inversiones, caso de Buenos Aires, Entre Ríos y Chubut y también las que teniendo una situación financiera más holgada dedican fondos importantes a la obra pública, caso de San Juan, Santiago del Estero y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA)", consignaron.