La caída reflejada por el Estimador Mensual Industrial (EMI), aunque profunda, fue inferior a la de septiembre, cuando la actividad manufacturera se derrumbó 11,5%.
En cambio, la construcción mostró la peor contracción desde febrero de 2017, antes de que la obra pública -sobre todo- revitalizara al sector y a la economía en general.
La industria acumula así una caída del 2,5 por ciento anual en los diez meses de 2018. La caída fue casi generalizada: diez de los doce bloques industriales relevados arrojaron números negativos. Solo se mantuvieron en terreno positivo la refinación de petróleo (8% anual, aunque acumula una contracción del 6,8% en diez meses) y la industria alimenticia (2,5% anual, con una baja del 0,4% en lo que va de 2018).
"La industria volvió a registrar una fuerte caída en octubre (-6,8% interanual), frente a una demanda interna que no tracciona y un equilibrio dólar-tasa que incentiva el desarme de inventarios. Lo positivo: se modera la baja interanual frente a un octubre 2017 que había sido muy bueno", resumió el economista Martín Vauthier, director de Eco Go.
Así como la obra pública vial había traccionado a la actividad durante todo 2017 y buena parte de este año, con niveles récord de consumo de asfalto, el uso de ese insumo cayó 47,8% interanual en octubre y 1,7% desde septiembre.
A septiembre, la construcción empleaba a 442.037 personas en el sector formal, con una baja del 1% anual y del 0,9% respecto del mes previo.
La encuesta cualitativa entre constructores hace prever que la caída de la actividad continuará. El 55,1% de las empresas que se dedican a la obra privada cree que la actividad caerá en los próximos tres meses. Ese guarismo sube a 71,8% entre quienes hacen obra pública.
