"El nivel de comercio con Qatar tiene un alto potencial que aún no hemos profundizado. Este es un primer paso en la dirección correcta para fortalecer el conocimiento mutuo y la confianza", afirmó Etchevehere.
En esa línea, se estableció un amplio abanico de áreas de cooperación, con la capacitación y extensión agrícola; transferencia de tecnología, desarrollo agropecuario; intercambio de información sobre ciencia y tecnología agroindustrial; técnicas y tecnologías post-cosecha para tierras agrícolas.
También se incluyeron esquemas de trabajo sobre biotecnología agropecuaria, investigación y regulación de organismos genéticamente modificados; agroenergía en la agricultura; tratamiento de semillas (mejoramiento genético, certificación y registro); sanidad animal y vegetal, control de alimentos, y análisis de riesgo; cuarentena agrícola y veterinaria; agricultura orgánica y acuicultura.
Se sumaron como áreas de interés mutuo la aplicación de la tecnología de riego, que incluye el uso del riego asociado a la producción de cultivos intensivos y extensivos, el tratamiento y utilización de aguas marginales para riego; y la calidad de los alimentos, incluyendo protocolos de calidad, sistemas de denominación de origen y certificaciones.
Las exportaciones argentinas en 2017 ascendieron a 19 millones de dólares, lo que muestra que hay un gran margen para el crecimiento y la diversificación, considerando el alto nivel de ingreso y el escaso desarrollo de la agricultura de ese país.
En 2017, un 94% del total correspondió al sector agroindustrial, siendo los principales productos exportados cebada (48% del total exportado) y carne aviar (32%). Ese año, nuestras importaciones desde Qatar fueron de 449 millones de dólares (de los cuales US$ 412 millones fueron de gas de petróleo).
"Argentina puede aspirar a acceder a ese mercado con mayor dinamismo y Qatar puede aprovechar la excelente calidad y competitividad de los productos agroindustriales argentinos", explican desde Agroindustria.