Un día después, el Banco Central, ya con Luis Caputo instalado al frente de la entidad "en comisión", buscará renovar buena parte del vencimiento de Lebac por unos 530.000 millones de pesos de corto plazo.
Será una de las jugadas clave para intentar descomprimir la turbulencia cambiaria que terminó por sellar la salida de Federico Sturzenegger del BCRA. También representará el primer desafío de alto calibre a enfrentar por Caputo, un funcionario bien visto por los mercados pero que tiene enormes desafíos por delante, en un escenario de acelerada devaluación del peso.
El miércoles -feriado en la Argentina- el directorio del FMI aprobará formalmente el crédito y ordenará la primera transferencia, de 15.000 millones de dólares.
El financiamiento total, si la Argentina hace los deberes, llegará a los 50.000 millones de dólares, fondos que la Argentina considera clave para llegar al final del mandato de Mauricio Macri con el rojo fiscal cubierto.
Otra importante definición
Ese mismo miércoles, la compañía MSCI (Morgan Stanley Capital Investment) -cuyos índices utilizan los fondos de inversión para decidir el destino del dinero- definirá si la Argentina se mantiene como economía de "frontera" o vuelve a ser mercado "emergente".
El proceso para ascender o degradar a un mercado utilizado por MSCI lleva unos dos años, y sus índices son usados como referencia en los mercados.
El índice de emergentes es replicado por las carteras de fondos, lo cual genera flujos de inversión automáticos, por lo que es importante para la Argentina entrar a ese grupo.
Si esto ocurre, en pocas semanas podrían redirigirse fondos de inversión hacia el mercado argentino.
Igual, se debe tener en cuenta la suba de tasas en los Estados Unidos, que no solo llevó a un alza del dólar, sino también a atraer más fondos hacia la creciente economía norteamericana.
El Gobierno de Macri espera cerrar la semana con los 15.000 millones de dólares del préstamo del FMI acreditados en las reservas del BCRA.
Será una noticia clave para tratar de empezar a descomprimir la presión sobre el dólar y poner bajo control su cotización, cuya fuerte suba en pocas semanas puso en jaque al gobierno y costó la salida de varios funcionarios.