En ese sentido, la consultora Ecolatina sostuvo: "Estimamos que los condicionantes se posarán en mayor grado sobre el equilibrio de las cuentas externas". .
"Con la decisión de acudir al Fondo Monetario Internacional, el Gobierno apunta a obtener un respaldo del orden de los 30.000 millones de dólares (según trascendidos) equivalentes a 5% del PBI y más de la mitad de las reservas internacionales", calculó.
El sondeo puntualizó que "los condicionamientos en materia de política económica no serán inocuos sobre la trayectoria de las variables macroeconómicas".
Sin embargo, subrayó que "como aspecto positivo, el costo financiero, que rondaría el 4% anual, sería más acotado en comparación con el que se obtendría en el mercado de capitales". Argumentó que "son líneas flexibles en términos de duración, ya que pueden cubrir desde 12 a 36 meses" y señaló que "en condiciones normales, se otorga hasta un 435% de la cuota del país en el organismo, lo que resulta en un monto máximo para Argentina de USD 19.784 millones".
"Sin embargo, el FMI contempla la posibilidad de ampliar estos parámetros en circunstancias particulares, por lo cual los montos que han trascendido son asequibles", aclaró.
Además, destacó que "los financiamientos precautorios del FMI están diseñados como líneas de disponibilidad, pero no necesariamente como líneas de ejecución".
En tanto, el estudio recordó que "las pautas generales de condicionalidad fueron revisadas y reformuladas de manera extensiva por parte del FMI en 2002, apuntando a una mayor flexibilidad".
"No obstante, su principal objetivo se mantiene inalterable: asegurar que el país en cuestión tenga capacidad de repago del crédito de modo que dichos recursos estén disponibles para otros países miembros", apuntó.
