Economía Son menores al 17%

Los precios de autos 0 KM están debajo de la inflación y favorece las ventas

La fuerte competencia, a partir de la avalancha de vehículos que llegan de Brasil, le puso un techo a los valores de los 0 KM entre enero y julio. Las bonificaciones y descuentos impulsan las ventas en el país.
En los primeros siete meses del año, la mayoría de los modelos más vendidos subieron sus precios por debajo de la inflación que midió el INDEC en ese período. Según los datos del instituto de estadísticas difundidos el martes, en lo que va del año el costo de vida se incrementó un 11,8% a nivel nacional y el 12% en Capital Federal y Gran Buenos Aires.

En tanto, el Volkswagen Gol -el auto más vendido en el país- se encareció sólo un 8,3%. En ese nivel estuvieron el resto. Incluso, el Toyota Etios se ajustó en apenas el 4,4%. Algunos modelos como el Fiat Palio, el Volkswagen Surán y el Ford Focus estuvieron en el orden de la suba que tuvo la inflación. Pero ninguno la superó notoriamente como sucede con el resto de la economía. Por eso, el promedio de incremento de los 0 km estará a fin de año en línea con ese 17%. Para los ejemplos del cuadro adjunto se tomaron los precios de los diez modelos más vendidos en su versión de entrada de gama. Si se mantiene esta tendencia (que es probable que suceda), el sector automotor terminará 2017 con un incremento de precios dentro de la pauta inflacionaria del Presupuesto Nacional.
Este comportamiento explica gran parte del fuerte crecimiento de las ventas que están teniendo los 0 km en lo que va del año que, en el acumulado a junio, crecen el 3% en una economía que en la mayoría de los sectores no mejora o, si lo hace, es a un ritmo menor.
Es por eso que en las automotrices ajustan para arriba las proyecciones del año. Lo que al principio se imaginaba a estar levemente por encima de las 710.000 unidades de 2016, hoy ya se habla de superar las 850.000 unidades.

A este ajuste contenido de precios se suman las importantes bonificaciones y descuentos que están ofreciendo las terminales desde hace ya más de un año que superan, en algunos casos, los $50.000 para modelos de gama baja o mediana. Esto se debe al "efecto Brasil" que generó una fuerte competencia entre las principales marcas. Ante la profunda crisis que arrastra ese país, que pasó de un mercado de más de 4 millones de autos a uno de sólo 2 millones, el mercado argentino está presionado para absorber parte de esos dos millones de unidades de pérdida que presenta hoy.
La consecuencia de esta política de las automotrices es que el "top ten" de ventas está dominado por vehículos brasileños. Sólo el VW Surán y el Ford Focus se fabrican en el país. El Fiat Palio y el Renault Sandero comparten producción entre la Argentina y Brasil y los seis modelos restantes vienen de plantas del socio del Mercosur.

Si bien esta política beneficia a los consumidores, las que la están pasando mal son las concesionarias. Por un lado están presionadas por las terminales que establecen objetivos de ventas muy ambiciosos a cambio de incentivos comerciales atractivo. Por otro, por la pérdida de rentabilidad que tienen ante la necesidad de sumar volumen de operaciones.
En gran cantidad de los modelos tanto las concesionarias como los fabricantes no tienen ganancias. La rentabilidad la obtienen en los vehículos de gama más alta. "Estamos poniendo la plata que ganamos en años como 2015, cuando por la falta de autos la rentabilidad era buena y, además, trabajábamos con sobreprecios, reconoció el dueño de una concesionaria. Fuente: (Ámbito).-
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