El cordobés, que en 2019 vivió el mejor año de su carrera, tuvo un cruce muy duro de entrada ante el búlgaro Grigor Dimitrov, quien le ganó en cuatro parciales por 4-6, 6-2, 6-0 y 6-4, tras dos hora y 30 minutos de partido.
La principal diferencia entre ambos estuvo dada por la efectividad con el saque: el argentino apenas consiguió cuatro aces y ganó el 64 por ciento de los puntos disputados con su primer servicio, mientras que el europeo totalizó 17 saques directos y ganó el 80%.