En el segundo capítulo de esta historia, Las Hormigas solucionaron el 50% de sus problemas, porque en defensa hubo una mejoría sustancial; ¿La fórmula? Invitar a Bélgica a que tome tiros desde atrás del arco, arrugándose bien en la zona. Las europeas no estuvieron del todo eficientes, y su fuego anotador mermó. La otra mitad del trabajo fue mejorando conforme fueron pasando los minutos, y en un buen cierre de primera mitad, en la que lució activa Victoria Gauna, Argentina se fue al descanso largo perdiendo por 33 a 18.
Luego del entretiempo se produjo el quiebre porque Bélgica fue un vendaval imparable. Con un rendimiento similar al del primer cuarto, se hizo imposible encontrarle el antídoto defensivo a las europeas: cuando Argentina les cedió la penetración para doblar en la pintura, anotaron, y cuando tomaron el tiro triple, lo convirtieron también. Esta eficacia abrumadora fue desmoralizando a las chicas dirigidas por Mariano Junco, que a pesar de rotar y variar sistemas ofensivos, no pudieron permear el muro defensivo belga. En un abrir y cerrar de ojos, entraron al último cuarto ganando por 28.
Los últimos diez minutos fueron para cumplir con el reglamento, pero sirvieron también para ver el espíritu de lucha de Argentina, que a pesar de estar frente a un partido resuelto, con Bélgica dominando en todos los apartados, nunca dejó de buscar las vías que le permitieran maquillar un marcador abultado. El tiempo fue corriendo y la brecha se estancó; de esta manera, producto de un tercer cuarto totalmente dispar, las belgas vencieron a nuestra Selección por 69 a 43.
El lunes será día de descanso para las chicas, que ahora marchan con récord de 1-1 y tienen todas las posibilidades de ubicarse en la parte alta del grupo, si el martes derrotan a China.
Fuente: CABB
