El sábado superó el segundo día al realizar en tiempo los 300 kilómetros de bici con 3.000 metros de desnivel acumulado. Y ayer le puso la frutilla al postre tras completar los 92 kilómetros de pedestrismo.
"Fue mucho más duro de lo que me imaginaba. Ni en la peor pesadilla me hubiese imaginado una competencia tan dura por las condiciones del terreno. Mucha montaña, mucha subida, estuve al punto del colapso", comentó a Ovación emocionado desde Villa General Belgrano, donde está acompañado por toda su familia.
Resumió su proeza con una metáfora muy elocuente. "Fueron tres días en el infierno para estar ahora en el cielo", sostuvo.
"Si bien el resultado es anecdótico, la verdad que debutar y llegar es todo un logro", agregó el entrerriano nacido el 24 de febrero de 1981. "Fue muy duro", insistió. Maxi se preparó mucho tiempo para estar en Córdoba y le dedicó varias horas de su rutina al entrenamiento en medio de sus horas de clase como profesor. Pero también tuvo el apoyo incondicional de Nati, su mujer, quien le dio el impulso para no rendirse según relató en varias oportunidades.
El exjugador de fútbol de Huracán, Patronato y Olimpia de Paraguay se mentalizó para terminar y a pesar de los inconvenientes que mencionó, no se doblegó, da cuenta Uno. "El sábado salí a las 7 y llegué a la casa a las 22 luego de estar batallando en la montaña con una lucecita en la bici. Y Nati en momento me dijo que bajara el pulso porque el corazón estaba a full. Mi familia no durmió y estuvieron siempre pendientes. Mi hermano me hacía masajes, mi vieja y mi viejo también estuvieron. Nadie llega solo y tuve a ellos que me apoyaron", agradeció.
"La verdad es que estoy muy contengo por esto", finalizó.