La premisa es evitar lo que ocurrió hace pocos meses en el Mundial de Rusia cuando Japón y Senegal igualaron en todos los rubros y tuvieron que desempatar a través del fair play, que finalmente benefició a los asiáticos.
El plan contempla definiciones por penales en caso de que se produzcan empates en los duelos por la fase de grupos. Para citar un ejemplo cercano, el partido entre Argentina e Islandia, que terminó 1-1, hubiera tenido que dirimirse en los disparos desde los once metros.
Es decir, Lionel Messi podría haber tenido una revancha inmediata -o no- luego del penal que le contuvo Hannes Thor Halldorsson, el arquero director de cine que dio la primera señal de que la cita en Rusia no sería un buen recuerdo para el crack de Barcelona.
La idea, en un principio, es recurrir a este sistema de desempates cuando la Copa del Mundo tenga 48 participantes --16 más que los que actualmente acceden a la fase final--. Sería a partir del Mundial que organizarán Estados Unidos, Canadá y México en 2026. Sin embargo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, está trabajando para que el aumento de cupo se dé a partir de Qatar 2022. Y la idea de recurrir a los penales podría tomar forma de realidad cuatro años antes.
La propuesta, además de generar atractivo en todos los partidos ya que sí o sí habrá ganadores y perdedores, no sería desatinada teniendo en cuenta que en los mega Mundiales de 48 equipos, con 16 grupos de tres equipos en la fase inicial, aumentarán las probabilidades de que se haya situaciones de igualdad absoluta como las que vivieron Japón y Senegal.
